Max Verstappen se adjudicó el triunfo en el Gran Premio de Mónaco de Fórmula Uno y es el nuevo puntero del campeonato. El neerlandés de Red Bull le sacó el máximo provecho a la ausencia del local Charles Leclerc, cuya Ferrari quedó herida de la clasificación, y se llevó todo del tradicional circuito callejero.
La fortuna comenzó a hacerle un guiño a Verstappen antes de la largada, cuando Ferrari confirmó, de manera oficial, “un problema con el eje de transmisión izquierdo” en el auto de Leclerc, que era “imposible de arreglar a tiempo para el inicio de la carrera”.
Esta situación dejó al piloto neerlandés de Red Bull a la cabeza de la grilla y a Leclerc con toda la frustración que pueda existir. Por lo demás, resultó un paseo a alta velocidad lo que hizo Verstappen.
Su duodécima victoria en Fórmula 1, en un circuito poco favorable para los sobrepasos, no peligró en ningún momento, en gran parte gracias a la firmeza con la que manejó durante 78 vueltas.
Por su parte, el restante piloto de Ferrari, Carlos Sainz, contó con la suerte que no tuvo su compañero Leclerc y finalizó en la segunda posición. En ese lugar quedó el español, luego de que la detención en boxes del finlandés Valtteri Bottas se convirtiera en una pesadilla.
“La tuerca de la rueda se mecanizó en el eje cuando intentábamos la parada en boxes, lo que significa que la rueda no se puede cambiar”, explicó el equipo Mercedes, sobre el problema que derivó en un estado de desesperación en el box, en primer lugar, y en el abandono de Bottas, posteriormente.
La tercera posición la pelearon hasta el final Lando Norris y Sergio Checo Pérez. Finalmente, ese tercer escalón del podio le correspondió al británico de McLaren.
Gracias a su triunfo, y a que el campeón Lewis Hamilton concluyó la competencia en el séptimo lugar, Verstappen llegará como líder del campeonato a la próxima fecha, programada para el 6 de junio en Azerbaiyán.