Jugar y no pensar

La súbita muerte el sábado de Carles Miñarro, doctor del primer equipo, afecta a una plantilla que tiene por delante uno de los partidos clave de la temporada.

Vuelve el Barcelona al fútbol y a la Champions, nada menos con la opción de acceder a los cuartos de final de la máxima competición si esta noche no pierde en el Olímpic Lluís Companys ante el Benfica (18,45 h. por Movistar Liga de Campeones) pero en el cuadro blaugrana los ánimos distan mucho de ser los previos a un gran partido.

La súbita muerte de Carles Miñarro, el médico del primer equipo el sábado pasado en el hotel de concentración del equipo antes de jugar contra Osasuna en un partido que se suspendió de inmediato, ejemplifica como nada eso de que el fútbol es la cosa más importante de las cosas que en realidad tienen poca importancia.

Apenas 72 horas después de la tragedia que ha dejado a varios jugadores, especialmente a los más jóvenes, muy tocados, Flick va a tener que afinar sus dotes de terapeuta más que de entrenador.

Parece que la consigna del técnico al equipo es que por dos horas sus jugadores no piensen y no recuerden. Que únicamente se centren en el partido como válvula de escape mental ante la situación vivida recientemente.

El técnico alemán insistió varias veces ayer en una corta, triste y tensa rueda de prensa que sólo duró once minutos que parecieron hacerse eternos a un entrenador que con la cara pagaba que sus jugadores debían centrarse en el fútbol.

La clave está en que el equipo del Barça juegue para ofrecer un triunfo a su amigo fallecido pero olvidando lo mal que lo han pasado. También hizo hincapié el alemán que sus jugadores también deben de dejar de pensar en el resultado del partido de ida y tomarse el encuentro como si fuera una eliminatoria a partido único.

El Barcelona logró una gran gesta en Lisboa hace seis días cuando con un jugador menos desde el minuto 22 por expulsión de Cubarsí logró imponerse a los portugueses con un gran gol de Raphinha.

Lógicamente, ese resultado provocaba un gran optimismo en el club blaugrana que se ha visto apagado por los últimos acontecimientos. Flick no quiere nada de confianzas.

En la alineación prevista para el sábado pasado contra Osasuna en el partido que nunca se llegó a jugar Flick dejó sus cartas boca arriba de cara al equipo de esta noche. El denominado equipo de lujo, con la inclusión de Araújo en el lugar de Cubarsí y con Dani Olmo jugando como segundo punta saldrá en busca de los cuartos de final de la Champions. Durante un par de horas sólo deberán pensar en fútbol.

En el Benfica, Bruno Lage tiene claro que su equipo no va a cambiar su manera de jugar en Montjuïc en el tercer enfrentamiento contra el Barcelona en menos de dos meses. Lo que pasa es que este plan tendrá el problema de no poder contar con el lateral español Álvaro Carreras, jugador que en los dos partidos anteriores fue determinante tanto en defensa frenando a Lamine Yamal como en ataque proyectándose contra la portería blaugrana. El jugador del United que juega cedido en el Benfica vio una amonestación en el partido de ida que le impedirá estar sobre el césped, toda una oportunidad para Lamine Yamal, que esta vez parece que mantendrá su duelo personal con el sueco Dahl, que jugará como lateral izquierdo pese a ser diestro.

En cambio, parece que el centrocampista Florentino Luis sí que podría jugar una vez recuperado de sus molestias musculares a diferencia de Di María quien no viajó a Barcelona y no podrá acompañar en ataque a Pavlidis, el máximo goleador de los lisboetas.

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