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Huracán derrotó a Vélez Sarsfield 2-0, en el estadio José Amalfitani, por la octava fecha del Torneo Apertura. Mientras el Globo, que venía de ganarle el clásico a San Lorenzo la fecha pasada, se afianza en puestos de clasificación en el Grupo A, El Fortín -que no ganó ni anotó un sólo gol en este torneo- sigue hundido en el fondo del Grupo B y hoy estaría descendiendo a la Primera Nacional.
Esta nueva frustración de Vélez Sarsfield desembocó en la renuncia de Sebastián Domínguez. En realidad era la Crónica de una muerte anunciada, aplicando el título de Gabriel García Márquez. En su breve paso por la dirección técnica del club que lo tuvo como multicampeón y figura en su etapa de futbolista, no le encontró la vuelta y no logró imprimirle una identidad definida al equipo.
Huracán, por el contrario, tiene muy en claro a que y como juega. Plantando un equipo corto, ordenado y concentrado tuvo el control táctico en todo momento. Tuvo movilidad, despliegue y supo aprovechar los momentos justos para golpear.
Como lo hizo a los 21 minutos, con Walter Mazzantti enviando el centro pasado y Eric Ramírez saltando, ante un mala marca y falta de reacción de la defensa, y metiendo el cabezazo goleador. Hubo alguna duda por la posición del delantero, pero el chequeo en el VAR comprobó que estaba habilitado.
El GOL de Eric Ramírez ⚽️ pic.twitter.com/ctRmbksdpR
— MundoQuemero (@MundoQuemero) March 2, 2025
Vélez además de defeccionar por su falta de claridad, ideas y sincronización, sufrió dos salidas por lesiones, antes de la media hora: primero Matías Pellegrini y luego Emanuel Mammana. Y en el entretiempo, las de Cristian Ordoñez e Imanol Machuca (que había ingresado por Pellegrini).
Ya en el segundo tiempo, luego de los silbidos y primeros cantos de descontento hacia los jugadores locales, Vélez no reaccionó y Huracán mantuvo la calma y el ordenamiento táctico.
Eran intentos desesperados, individuales y muchos errores, pases errados y malas decisiones por el lado de Vélez. Huracán, afirmado, generó juego, se movió bien en el medio y cerró acertadamente los espacios.
Para oscurecer más el presente negro de Vélez, en diez minutos, entre los 17 y los 27, tuvo dos expulsados: Aarón Quiroz, por doble amarilla, y Patricio Pernicone, por una fuerte falta (patada en el pecho, tirándose hacia adelante) a Leonardo Sequeira.
Si 11 contra 11 Huracán era más, esos dos hombres de ventaja incrementó la situación. Y por primera vez explotó el Amalfitani con cantos contra comisión directiva y jugadores. En esa clima, Huracán llegó al segundo gol, con participación exclusiva de dos ingresados: Martín Ojeda aprovechó una falla de Kevin Vázquez y le dio un perfecto pase en cortada a Matías Tissera, quien controló, enganchó, dejó en el camino a Tomás Marchiori y puso el 2 a 0, a los 36 minutos.
Si no fue más amplio el resultado, el responsable fue Tomás Marchiori, con tres intervenciones salvadoras. Todo era descontrol, imprecisiones y carencia de autoridad en Vélez. Todo lo contrario para un Globo, que sigue elevándose y se ubica a tres puntos del triunvirato de lideres de la Zona A, Estudiantes, Argentinos Juniors y Tigre y a dos del escolta Boca Juniors.