Bellingham, ‘off’

El inglés, a puertas de la batalla del Metropolitano, paga la inactividad con una versión muy apagada contra el Rayo. No disparó ni una vez.

Si algo extraña en Bellingham es verlo descafeinado. Contra el Rayo, apagado. Puede que sea por la discontinuidad de esos tres partidos por sanción consecutivos entre Liga y Champions por el ‘fuck you/off’ en Pamplona y la acumulación de amarillas en Europa. O pudo ser un mal día en la oficina. Pero Jude estuvo poco rocanrolero a puertas del Metropolitano. No se le vio darle batalla a Batalla. Ni un disparo, algo que no le pasaba desde el 22 de diciembre, en el 4-2 al Sevilla. Apenas 26 pases, sólo ocho de ellos en el último tercio del campo. Los mismos, por ponerlo en perspectiva, que Tchouameni. Desconectado. Off.

Jude terminó yéndose frustrado y sustituido al banquillo en el minuto 85 y con hielo en su rodilla. Sobre esto último, Ancelotti tranquilizó (“Es un golpe, nada serio”), y con lo primero, la gris tarde de su pupilo, volvió a sacar el paraguas bajo el techado Bernabéu: “Ha vuelto en una buena condición, ha hecho un buen partido”. Proteccionismo del bueno.

Un fantástico en rodeo ajeno

Tiene motivos Carletto. Bellingham es más que confiable cuando de la Champions se trata. En los últimos cinco partidos europeos del británico, dio dos asistencias y aportó lo mollar, tres goles fuera de casa (Bérgamo, ante el Brest y en el Etihad). Un fantástico en rodeo ajeno.

No sólo esa aportación es la que demandan Ancelotti y el equipo del 5 de Birmingham. Es la primera línea de defensa, dada la trasparencia que suponen Mbappé y Vinicius cuando dimiten de presionar. Contra el Rayo, ese fue un buen detector de que no era el día de Jude. Sólo tres recuperaciones. No fue ese futbolista que muerde y con ello genera ocasiones en las inmediaciones del área rival. Pero el euroderbi es otra dimensión. Una en la que Bellingham es un polo magnético. El Madrid le necesita.

as

?>