La metamorfosis del Castilla

Gonzalo lidera la reacción, gol a gol (lleva 21), y se reta con la historia. En 2025, cuatro victorias y un empate. Los de Raúl, en ‘modo playoff’.

Una metamorfosis. No es un de 0 a 100, pero se le parece. Y es el objetivo. Ya sí lo es. Era una quimera pensarlo. Y más tras de despedir 2024 en el pozo y con derrota (2-0 en Ceuta). Había sensaciones, no goles. Tampoco puntos. En concreto, 19 tras 18 jornadas. Sólo Sanluqueño (18) e Intercity (15) tenían menos. 50 días después, los dos últimos son los mismos. Pero el Castilla ya no está por ahí. Hay que mirar más arriba. Mucho. En concreto, al séptimo lugar. El playoff (y el cuarto puesto), a tres puntos. En 2025, cuatro victorias y un empate. Sin derrotas. Sin miedo a soñar.

Y al frente de la reacción, Gonzalo. Ya era el sustento en la supervivencia. Ahora es el cañón en la conquista. En la racha, siete goles en cinco partidos. Con el testarazo heroico en Butaque como aderezo. Una puntería que no es la aguja, sino el pajar. Lleva, sin contar el de Leganés, 21 zarpazos. La mejor temporada histórica en Primera RFEF. Ya, a falta de 15 partidos, superando los 20 de Rodri Ríos en la 2022-23. En su horizonte, los 25 (27 añadiendo el playoff a la ecuación) de Mariano como mejor curso castillista. Y los 33 de De Diego, del Atlético Madrileño, en la 1988-89. Un récord atemporal, para el que tiene tiempo.

Las claves

Pero no todo se reduce a GolzaloSu gran socio ha sido Víctor Muñoz. El cohete de Raúl afiló el colmillo con el cambio de año. Enlazó dos dobletes para triturar a Alcoyano y Betis Deportivo y colocar su contador de zarpazos en siete. Y para llamar aún más la atención de varios equipos, entre ellos un Getafe que volverá a la carga en verano. Como seguro harán también con Chema Andrés. Un stopper cuyo molde le ha valido comparaciones con Rodrigo, que es capital para Raúl y ya ha debutado con Ancelotti. O Pol Fortuny, ya adaptado a la categoría, que se ha ganado, asistencia a asistencia (siete), estrenar llamadas con los mayores. O un Mario Rivas que ha dado un salto, incluso al primer equipo, ante el mal tiempo.

Aunque una de las verdaderas claves ha sido eso que todos piden tras la última uva, salud. Raúl llegó, a finales de noviembre, a pedir a sus porteros que tuvieran a mano camisetas de jugador. Más que locura, obligación. Porque el Siete hubo de encajar bolillos durante un tramo reseñable de la primera vuelta. Lesión a lesión, llegó a tener solo a 11 futbolistas con ficha de Castilla disponibles. Entre ellos, Fran González y Piñeiro, dos guardametas. Pero la enfermería se ha ido vaciando. Manuel Ángel ha recuperado la batuta y Jacobo Ramón, cuando el primer equipo lo permite, se ha colocado el traje de káiser (y hasta de goleador: doblete al Villarreal B). Con más piezas, porque el talento era innegable, cambia la dinámica. Y el Castilla, ahora sí, se pone en ‘modo playoff’.

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