El club blanco no comparece sólo para escuchar los audios, sino también para dejar constancia de su enojo. Florentino Pérez se lo ha hecho saber a Louzán.
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Una delegación del Real Madrid acudirá este lunes a la sede de la Federación (RFEF) en Las Rozas para escuchar los audios de la entrada de Romero a Mbappé 18 días después del partido contra el Espanyol en el estadio de Cornellà. Entre los altos representantes del club blanco, además de ejecutivos de primer nivel, estará alguno de los miembros de su Junta Directiva, lo que da idea de la importancia de la cita con el Comité Técnico de Árbitros (CTA).
El Madrid sospecha que hay un patrón en las últimas decisiones arbitrales en su contra y se lamenta por la pérdida de siete de los últimos nueve puntos tras la derrota en Barcelona y los empates frente al Atlético y contra Osasuna, con dos penaltis muy discutibles pitados sobre Tchouameni y Camavinga en esos dos últimos partidos en jugadas casi idénticas, tras pisar a dos rivales con el balón ya fuera de su alcance y sin posibilidad de remate.
Pero el Madrid no comparece hoy en la Ciudad del Fútbol sólo para escuchar los audios, sino también para dejar constancia de su enojo e indignación por la deriva arbitral en su contra. Es algo que ya ha hecho personalmente su presidente, Florentino Pérez, ante Rafael Louzán, recién llegado a la RFEF. Pero sus enviados insistirán hoy en el CTA, y puede que con mayor disgusto ya que lo que van a escuchar en la Sala VOR de Las Rozas será de difícil digestión.
En los audios se escucha la discusión que mantienen los árbitros tras la entrada de Romero a Mbappé. El principal, Muñiz Ruiz, pregunta por el autor de la patada. Le responde su asistente, Sánchez Rojo, que señala a Romero y pide la tarjeta roja. Pero el cuarto árbitro discrepa. Finalmente tercia en la discusión Iglesias Villanueva, quien desde el VAR no observa que la entrada de Romero merezca la expulsión. Posteriormente fue este jugador, Carlos Romero, quien marcó el gol de la victoria perica ante el Madrid.
Pero no sólo la jugada de Cornellà preocupa en el Madrid, casi más inquietan los dos penaltis señalados en su contra en las dos últimas jornadas. Para el club se trata claramente de ‘jugadas residuales’ ya que los pisotones de Tchouameni y Camavinga se producen cuando el balón ya ha superado tanto a Lino como a Budimir, que no tienen opción de remate. Además, en ambos casos, es el VAR el que avisa a los árbitros de sendas jugadas, “y a cámara lenta todo parace falta”.
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