Bayern, City y Madrid, en la ruta de los colchoneros; los culés ven a Luis Enrique en el horizonte.
Barcelona y Atlético hicieron los deberes y terminaron la fase liga en 2º y 5ª puesto. El conjunto catalán ya sabía desde la anterior jornada que estaría en octavos directamente, sin necesidad de tener que pasar por los dieciseisavos. Le acompañará también el Atlético.
Terminar entre los ocho primeros tiene numerosas ventajas. Además de saltarse una ronda, hace evitar hasta la final a culés y colchoneros a sus parejas en la clasificación. De este modo, el Barça no se podrá ver con el Liverpool hasta el partido decisivo por el título, lo mismo que el Atlético con el Leverkusen.
Otro de los beneficios de haber concluido en el Top-8 es que la vuelta de los octavos la disputarán como locales. Es muy difícil intuir cuál puede ser el rival exacto en el sorteo de octavos (previsto para el 21 de febrero), pero sí se puede hacer una horquilla de cuatro según el cuadro de emparejamientos de UEFA: en el caso del Barça, saldrá de entre Mónaco, Brest, PSG o Benfica; en el del Atlético, entre Celtic, City, Madrid y Bayern. Eso significa que, para esa ronda de octavos, Barça y Atlético no podrán verse las caras con ninguno de los otros clasificados que no sean los de su ruta. No hay duda de que el Atlético ve el panorama bastante más gris que el Barça.
En la siguiente ronda, la de cuartos, los cruces con el resto de ganadores de octavos también están predefinidos. Al Atlético, además del fantasma de Madrid, Bayern y City de octavos, la horquilla más dura, le aparece además la del cruce de Arsenal e Inter; el Barça, por contra, evita precisamente a dicha horquilla de rivales, por lo que los culés no podrán cruzarse con esos equipos, en caso de que todos ellos superen sus eliminatorias, hasta semifinales.
Un detalle importante es que no habrá límites geográficos en ninguno de los dos sorteos que quedan por celebrarse, ni en el de este viernes (dieciseisavos), ni en el de febrero de octavos. Es decir, Madrid, Barcelona y Atlético están abiertos a verse las caras si las hipótesis se cumplen.
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