El Real Madrid marca al menos dos goles desde que cayó en Bilbao el 4 de diciembre de 2024: 42 dianas en 12 duelos, 3,5 por encuentro.
El Real Madrid cerró la séptima jornada de la fase de liga de la Champions League con una goleada ante el Red Bull Salzburgo, por 5-1. Otra más, porque venía el equipo blanco se imponerse al Celta en Copa por 5-2 (eso sí, necesitando llegar a la prórroga) y de batir con solvencia también a Las Palmas por 4-1, probablemente con el mejor partido del curso. Son 14 tantos en los tres partidos desde que regresó de Yeda, de la Supercopa de España, un torneo del que salió vapuleado por el Barça (2-5), pero en el que demostró que tiene filo hasta en las peores ocasiones.
Esos 14 goles tras Yeda han elevado al tridente de ataque del Madrid, con Mbappé anotando cuatro de ellos, otros tres de Rodrygo y tres más de Vinicius. Y de propina, la prueba de que hay alternativas: uno de Brahim, otro de Valverde y dos de Endrick, que aprovechó su oportunidad frente al Celta. Son tres goleadas que anticipan cosas buenas para el Madrid, ahora que tiene por delante unos cuartos de Copa ante el Leganés en Butarque, que ha alcanzado el liderato en solitario en la Liga y que debe ir a Brest en la octava jornada de la Champions con la obligación no sólo de ganar, sino de hacerlo con holgura para superar en diferencia de goles a los equipos con los que pueda quedar empatado a 15 puntos, en busca de un milagroso billete a octavos de final.
Y es que en la Supercopa de Arabia, pese a no mostrar su mejor nivel, siguió marcando goles el Madrid: ante el Mallorca en semifinales fueron tres (3-0), de Bellingham, Valjent en propia puerta y Rodrygo; y contra el Barça, dos más, de Mbappé y de Rodrygo. Aquello no salió como esperaba, pero fue una constatación de que el Madrid anda más ligero a la hora de marcar, algo que respaldan los números: ha hecho al menos dos goles en sus últimos 12 encuentros. Desde la derrota en San Mamés, donde perdió 2-1 el 4 de diciembre de 2024, al Madrid se le caen los goles.
La producción casi se duplica
Y lo hace gracias especialmente a sus cuatro futbolistas de ataque, que van fluctuando en sus momentos de forma, pero que en este tiempo han impulsado el crecimiento del Madrid para que siga adelante en Copa, recupere terreno en la Champions y se convierta en el principal favorito en la Liga. Mbappé ha explotado y desde Bilbao son nueve dianas anotadas, bien seguido con ocho por un Rodrygo que tras un inicio de curso dubitativo, ya ve puerta con facilidad; luego viene Vinicius, perjudicado por sanciones que le han restado participaciones, pese a lo cual ha marcado cinco tantos desde San Mamés; y por último Bellingham, con cuatro. El inglés ha frenado un poco, pues llegó a encadenar seis jornadas seguidas anotando. Pero mantiene su participación y mejora sus prestaciones como mediapunta puro tras varios cambios de sistema de Ancelotti que no permitían ver su mejor nivel. Entre los cuatro, son 26 dianas en estos 12 duelos.
En esos 12 partidos ha hecho el Madrid 42 goles, un promedio de 3,5 por partido. Así, es difícil que se deje puntos. Y no sólo son los goles cosa de los cuatro principales atacantes: colaboraron en esa racha seis jugadores más: Valverde (cuatro), Güler (tres), Endrick, Modric y Brahim (todos con dos) y Camavinga (uno). Nada que ver con el inicio del curso: en sus primeros 12 partidos de la temporada, el Madrid anotó 24 goles, dos por duelo, 17 menos que en esos doce más recientes y con un promedio por encuentro de un tanto y medio por fecha menos. El ataque, es oficial, ya está afinado: ahora queda que la defensa termine de encajar, aprovechando que ha recuperado Carletto fichas para ello (Asencio, Jacobo, Alaba…) para que el Madrid entre al tramo decisivo de la campaña con sus opciones intactas.
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