Racing Club cerró con un triunfo su buen año, ante un River Plate de floja temporada

Racing Club derrotó a River Plate 1-0, en el estadio Presidente Perón, por la última fecha del Torneo 2024 de la Liga Profesional. La Academia, campeón de la Copa Sudamericana, se dio esta última alegría ante un rival al que habitualmente le cuesta vencer.

El MIllonario quedó a la expectativa en relación a su ubicación en la próxima Copa Libertadores; si Vélez Sarsfield o Talleres salen campeón, River entrará en fase de Grupos, si el campeón es Huracán el equipo de Marcelo Gallardo jugará la fase de repechaje.  

Un Racing sólido y agresivo se adueñó del control desde el comienzo y empezó a darle trabajo a Franco Armani, protagonista de atajadas salvadoras, entre ellas una a Maximiliano Salas. En ese ataque amenazante de La Academia hubo una falta de Leandro González Pirez -quien reemplazo a Paulo Diaz, lesionado en el precalentamiento- a Roger Martínez, dentro del área, pero el árbitro Sebastián Zunino no sanción el penal.

Dos goles anulados, correctamente por posiciones adelantadas, se produjeron el primer tiempo. Uno al local, por offside de Roger Martínez. Y más tarde, uno a River, tras una gran definición de taco de Claudio Diablito Echeverri -en su despedida, ya que se marcha a Manchester City-, asistido por Pablo Solari, quien estaba adelantado.

En medio de estos dos goles frustrados, festejó la Academia. Juan Fernando Quintero, otra vez con un alto rendimiento, ejecutó el tiro de esquina y Maximiliano Salas conectó el cabezazo al segundo palo, a los 35 minutos.

Un triple cambio pareció revitalizar a River apenas comenzó el segundo tiempo. Adentro, Rodrigo Aliendro, Miguel Borja y Gonzalo Pity Martínez; afuera, Claudio Echeverri, Facundo Colidio y Santiago Simón.

Pity Martínez encendió las luces del peligro: Gabriel Arias le tapó un difícil tiro y otro disparo se estrelló en el travesaño. El arquero local también tuvo una intervención lúcida ante el intento de otro de los ingresados, Rodrigo Aliendro.

Racing mantuvo el orden, y consiguió mantener la ventaja. Se enojó Quintero, al salir reemplazado, pero la fiesta en Avellaneda -que mañana elegirá a su nuevo presidente- no se apagó. .

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