Simeone y el noruego hablaron la noche antes de dar el triunfo contra el Alavés. Olvidado el mal día contra el Lille, suma sensaciones y pide minutos.
Hola, soy Alexander Sorloth y mi profesión es meter goles. El punta noruego parece aterrizar en el Atlético… quizás cuando menos se esperaba. Cuando sus presencias en el once han ido desapareciendo y sus minutos escasean. Ninguno en París, 28 en Mallorca y una nueva suplencia en el regreso a la Liga ante el Alavés, pese a marcar de nuevo con la selección. El noruego quiere ser protagonista y conseguirá lograrlo si aprovecha sus minutos.
“Mantuvimos anoche una charla larga e intensa con él sobre el lugar que tiene en el equipo y la importancia que nosotros le damos a cada uno que juega”, explicaba Simeone después de que Sorloth se convirtiese en el héroe de su partido 700. Su entrada tras el descanso fue determinante. Primero fajándose en el área, añadiendo una preocupación a los centrales del Alavés que tan cómodos habían vivido en la primera mitad para repeler los centros laterales.
Y de su batalla personal, el 9 sacó petróleo. Buscó el remate y el balón acabó en el brazo de Abqar. En este nuevo fútbol es penalti. Y gol de Griezmann para que las penas fuesen menos penas. Y lo mejor estaba por venir, el desmarque al espacio y la definición con la derecha al fantástico envío de De Paul. Adiós fantasmas de Lille. Desde aquella noche aciaga ha decidido de maravilla en las dos que ha tenido, para matar a Las Palmas y remontar al Alavés. Una con cada pierna, contra los babazorros con la teórica mala. Ambas asistido por De Paul, el jugador que por el momento mejor entiende sus movimientos.
Una definición que deja los tres puntos en el Metropolitano y sitúa a Sorloth como el máximo goleador del Atlético en Liga con cinco dianas. En el total entre todas las competiciones le supera Julián Alvarez con siete. El punta comienza a entonarse. Y Simeone le choliniza conconel discurso por el que ya pasaron todos los anteriores delanteros: es más importante la calidad de los minutos que las titularidades. Correa es el mejor ejemplo. Si no jugar en París fue un golpe para el noruego, en Praga puede haberse ganado la oportunidad de ser la punta de lanza.
El noruego entiende el mensaje, pero se rebela para ser más protagonista. Y goza de una carta: Julián Alvarez, Griezmann, Correa… el resto de delanteros parece beneficiarse de su presencia. Especialmente importante en el caso del nuevo fichaje estrella, un Julián que demuestra su habilidad para jugar entre líneas y entradas más en juego con Sorloth de referencia. “Los goles son como el ketchup, cuando empiezas a marcar sigues haciéndolo”, mantenía el delantero tras dar la victoria al Atleti. Sus tantos son importantes.
En los empates contra Villarreal y Rayo, con su doblete para tumbar al Leganés, la diana para liquidar a Las Palmas y el gol que remonta al Alavés. Con el Villarreal hizo seis goles en su primera vuelta y 17 en la segunda. De menos a más. Y en el Atlético quiere seguir creciendo. Para salirse con la suya en las charlas largas e intensas con el Cholo. Para demostrar que está preparado y que lo de Lille y las tres ocasiones falladas son solo un mal recuerdo. El ketchup se ha abierto y Sorloth quiere demostrar que tiene mucho gol dentro.
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