La Comisión Antiviolencia sigue sin sancionar los insultos que recibió el blaugrana en el Bernabéu hace 26 días a pesar de haberse reunido ya en tres ocasiones. Al Atlético y al Valencia las sanciones les llegaron de inmediato.
Las cosas de palacio van despacio. En el FC Barcelona siguen esperando que Antiviolencia se pronuncie sobre los insultos racistas que recibieron Lamine Yamal, además de Raphinha y Ansu Fati a los que unos espectadores les llamaron “Puto negro”, “Puto mono” y “a vender pañuelos en un semáforo, mena de mierda”. Eso pasó hace casi un mes, el pasado 26 de octubre. El martes que viene se cumplirá un mes. Durante este tiempo la Comisión Antiviolencia se ha reunido en tres ocasiones, la última el pasado lunes 18 de noviembre, pero el fallo sigue sin aparecer.
La Comisión Antiviolencia asegura que este retraso se debe a que sigue revisando vídeos para identificar a los racistas que los profirieron. Una decisión que contrasta con las medidas que ha tomado el propio Real Madrid, que cautelarmente ya ha apartado de la condición de socios a cuatro personas que ya han sido identificadas y que según el club blanco, serán expulsadas de la entidad en cuanto haya un veredicto que sigue esperando.
Esta tardanza contrasta con la presteza con la que la misma Comisión Antiviolencia afrontó otros casos como el de los insultos racistas a Vinicius en Mestalla, los incidentes con Coutouis en el derbi madrileño o el de un espectador de Cornellà-El Prat, que lanzó un vaso al árbitro al finalizar el partido entre el Espanyol y el Villarreal.
Cabe recordar que en el caso de Valencia, el club expulsó a los identificados de insultar a Vinicius y se le cerró la grada de Mestalla, en el caso del Atlético, el club expulsó de manera inmediata a nueve socios y en el caso del Espanyol no se pudo expulsar a la persona, porque no era socio de la entidad.
La Comisión Antiviolencia es un órgano mixto formado por el Consejo Superior de Deportes, la Policía Nacional, la Fiscalía del Estado, la Guardia Civil, LaLiga, la RFEF y la ACB.
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