El inglés, aunque intenso como siempre en Lille, sigue sin ver portería este curso. A estas alturas del pasado, llevaba seis. El Madrid necesita ese plus.
El Madrid quiere ver los icónicos dos brazos extendidos del 5. En otras palabras, a Jude Bellingham celebrando un gol. El inglés anda como siempre, intenso, protagonista en sus acciones, pero se le resiste el fin máximo de este juego. Y el quid de la cuestión es que el propio Jude se puso su listón altísimo el curso pasado: a estas alturas y con el mismo número de partidos (siete), sumaba seis goles y se le consideraba candidato sorpresa para el Pichichi liguero. Ahora, el extremo contrario, ninguno.
Aunque tácticamente Bellingham no tiene la cercanía al área rival que en la 2023-24 por la incorporación de un arsenal en sí mismo como es Mbappé, más Vinicius presente, que el año pasado sufrió una lesión, algo pasa. Son diez disparos del británico (uno de ellos, en el tramo final en Lille para casi conseguir el empate) y agua. Ni un torpedo con acierto.“Ahora no le salen las cosas del año pasado”, admitió Ancelotti tras el petardazo en Francia.
Los goles se le resisten y la campaña pasada su épica retroalimentó al grupo. Por ejemplo, su gol en el descuento al Union Berlin (1-0). O el de Balaídos en el 81′ (0-1). También el heroico en el tiempo añadido contra el Getafe (1-0). Todo ello sucedió antes de octubre. Ahora su lesión en el músculo delgado plantarque le ausentó cuatro partidos (Valladolid, Las Palmas, Betis y Real Sociedad) le obligó a tomarse la ausencia con algo de filosofía. “Quizá mi cuerpo pedía parar”, convino. Pero a eso se le ha añadido después el hombro sin operar, que ha vuelto a generarle un punto de preocupacióny tampoco le ha ayudado a encontrar esa efervescencia.
MVP y su vínculo con Mbappé
Con todo y con eso, su papel sigue siendo preponderante. El MVP en Varsovia por su excelente Supercopa de Europa contra el Atalanta, donde le puso la pelota a Mbappé para su primer gol como madridista. Una conexión en ciernes. También le dio el pase a Kylian para su sobresaliente gol al Alavés. Y en el reciente derbi, fue uno de los mejores de su equipo. El club blanco no está preocupado por Bellingham porque no está ausente en el campo. Pero su puntería le vendría de perlas a un equipo que por ahora no encuentra vías para generar fútbol de manera constante y se mueve a golpe de rasgueos de guitarra.
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