El club azulgrana puede ver rebajado de nuevo su límite salarial y en el futuro quizá deba seguir provisionando la valoración que se hizo de Barça Vision.
El lunes, en una reunión extraordinaria de la junta, la directiva del FC Barcelona aprobó las cuentas del ejercicio 2023/24. En el comunicado posterior, el club se felicitaba porque el resultado ordinario arrojaba unos beneficios de 12 millones de euros sin necesidad de activar ninguna palanca más y porque se había cortado la sangría de las pérdidas de 200 millones anuales que se tenían desde 2017 por la actividad de la entidad.
Ahora bien, el resultado neto reflejó unas pérdidas netas de 91 millones de euros porque el auditor del Barcelona obligó a provisionar los impagos de los inversores de Barça Vision por valor de 141 millones de euros. El club azulgrana no renuncia a cobrarlos (el impago está en los tribunales) y mantiene el valor que le dio a Barça Vision en los libros porque está convencido que con el plan de negocio que se ha realizado en un futuro se conseguirán los ingresos suficientes que justifiquen este valor.
Ahora bien, es muy probable que si en el próximo ejercicio no se han corregido estos impagos y Barça Vision no haya aumentado su valor, el auditor obligue al club a apuntarse nuevamente unas pérdidas por este concepto o que haga una valoración más real del activo.
Las pérdidas de 91 millones de euros también impactan en el límite salarial, que a día de hoy es de 426 millones de euros para el Barcelona. Si el club no consigue más ingresos tendrá un recorte de unos 60 millones de euros en el gasto máximo de coste para la plantilla. Y no es más porque LaLiga ya le rebajó los 85 millones de los primeros impagos. Este sería el principal problema para el club presidido por Joan Laporta, que tiene tiempo y margen para reconducir la situación como, por ejemplo, firmando el nuevo contrato con Nike.
El Barcelona también estaba a punto de volver a tener patrimonio positivo así que sumar nuevamente pérdidas quizá retrase el objetivo. Esto podría afectar a la calidad crediticia de la entidad, que podría verse obligada a pagar un tipo de interés más elevado por pedir un préstamo.
Otro punto a tener en cuenta en el cierre del ejercicio son los ingresos por traspasos. El club ha logrado 80 millones de euros, una cantidad importante porque el Barcelona no es vendedor. Sobre la venta de jugadores, hay opiniones que defienden que son ingresos extraordinarios pero desde hace unos años el club mantiene que forman parte de la actividad ordinaria. Habrá que ver al detalle cuánto se prevé ingresar por traspasos (en el comunicado especifican que estarán en la media histórica) pero es muy probable que si no se vende a ningún jugador de los teóricos titulares, la cifra no sea muy elevada. Si que es cierto que el Barcelona está apostando por lograr beneficios, aunque no sean muy altos, en todas sus salidas.
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