El mapa de calor del jugador refleja que el inglés fue el que más incidió en defensa de los centrocampistas blancos.
Atrás quedó aquella época en la que Bellingham era el máximo goleador de LaLiga. Aquella en las que su velocidad y olfato goleador salvaron al Real Madrid en muchos momentos de la pasada campaña. Ya avisó Ancelotti que este curso no le pedía tanta incidencia en el área. “Su condición es muy buena aunque no esté marcando goles, su trabajo es muy importante y él lo sabe muy bien”, dijo el italiano antes del Clásico.
Y lo cierto es que su rol en el equipo ha dado un giro de 180 grados. Así lo reflejan los mapas de calor que marcan la posición de Bellingham durante el partido ante el Barcelona.
El ‘5′ del Real Madrid ocupó la posición más atrasada de los centrocampistas blancos. El inglés jugó pegado a la banda de Lucas Vázquez, tanto que el mapa de posición lo ubica por detrás del lateral derecho, con un rol mucho más defensivo y cubriendo las arrancadas de Balde por ese costado. No es de extrañar que, en esta posición, su influencia sea mucho menos determinante. Tanto que esta campaña no ha anotado aún ningún gol. Una sequía que contrasta con los 19 que marcó en la pasada temporada.
Y es que este Bellingham ya no es el de las arrancadas, las combinaciones con los extremos, los desmarques o los remates desde fuera del área. Precisamente esto reflejan los mapas de pases. En el Clásico, el inglés realizó muy pocos, horizontales y fuera de las zonas de peligro. Una dinámica de juego que queda aún más patente cuando Ancelotti coloca una defensa de tres, con Mendy y Lucas como carrileros.
Ahí, en la ayuda a Lucas y con la defensa blanca envuelta en un mar de dudas, el inglés ha sido relegado a un rol mucho menos protagonista, enfocado en cubrir los espacios y la ayuda defensiva. Lo que está claro es que la nueva posición de Bellingham le limita, al menos, de cara al gol. El Clásico solo fue el vivo reflejo de lo que se venía advirtiendo hace varias jornadas.
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