Rodri repasa con AS una gala para la historia: “Fue una noche que estará conmigo para siempre”. Tras la fiesta, ya está en Madrid recuperándose de su lesión.
Rodrigo Hernández, el flamante nuevo Balón de Oro, llegó a Madrid procedente de París con la maleta llena de ilusión y un balón dorado bajo el brazo. Después de celebrarlo con su familia y amigos en una divertida cena en la capital francesa, el mediocentro del City voló hacia su país para seguir en casa con el proceso de recuperación de la grave lesión de rodilla que ahora mismo le tiene en el dique seco.
La sonrisa y la felicidad no se le fueron del rostro en todo el día, a pesar del cansancio y de algún compromiso. “Es un recuerdo que me voy a guardar toda la vida. Una noche que estará conmigo para siempre. La culminación al trabajo de muchos años y al amor que siempre tuve, y tengo, por el fútbol”, detalló a AS sobre lo vivido en el Teatro Châtelet.
Rodrigo recibió innumerables mensajes a lo largo del día, algunos de ellos de verdaderas eminencias del mundo del deporte y del fútbol. Incluso de más allá. Un país entero se sintió orgulloso por ver su nombre en lo más alto del prestigioso galardón al mejor futbolista del planeta: “Es un sueño hecho realidad. Estoy contento por lo que significa para mi familia, para el fútbol español y para mí. Es el Balón de Oro de toda España”, recalcó.
El discurso pronunciado tras recibir el premio también fue objeto de numerosas alabanzas. Se acordó de su pareja, de su familia, de su agente, de Carvajal, de Lamine, de Iniesta, de Xavi, de Casillas, de Busquets, de Luis de la Fuente, de sus compañeros en la Selección, en el City, de los mediocentros en general… Lo tenía todo calculado al detalle, pero le salió desde el corazón.
En Mánchester también se vivió con verdadera emoción lo ocurrido. El club, con Guardiola a la cabeza, estuvo en permanente contacto con él y con su gente. “Es una noticia increíble para él y para todos nosotros. Estamos muy orgullosos de él”, resumió ante la prensa.
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