El delantero polaco ya lleva cuatro goles en cuatro jornadas mientras que el francés, que llegó como gran estrella en la Liga, sigue sin estrenarse.
EI mejor Lewandowski está de vuelta. Los números ya indicaban que bajo las órdenes de Hansi Flick el delantero polaco había conseguido sus mejores registros goleadores, pero eso fue hace años y en un Bayern de Múnich que era un equipo perfectamente engrasado; nada que ver con este Barça, embrionario y lleno de jóvenes.
Lewandowski necesitaba reivindicarse y rehabilitarse esta temporada. De seguir Xavi, su situación en el equipo hubiera podido ser otra. Pero llegó Flick y no le rebajó galones, al contrario. El entrenador alemán tiene una fe ciega en el delantero y sabía que respondería si lo ponía en buena forma y le creaba un ecosistema para que le llegasen muchos balones para poder rematar sin necesidad de hacer demasiados esfuerzos. En su gol ante el Valladolid, recibió una magnífica asistencia de Lamine Yamal al espacio y acabó rematando con la izquierda. En el segundo tiempo mandó un balón a la madera y tuvo alguna que otra ocasión más.
Con cuatro goles en cuatro jornadas, Lewandowski se destaca en la lucha por el trofeo pichichi, que lo ganó en su primera temporada en LaLiga. Y podrían ser más si en Vallecas no le hubieran anulado el gol que marcó y si hubieran pitado el penalti a Dani Olmo. Sus actuaciones y sus registros meten presión a Kylian Mbappé, considerado uno de los mejores nueves del mundo y que ha llegado a la Liga como flamante mejor goleador de la Ligue1 durante seis temporadas.
El delantero francés todavía no se ha estrenado y pese a que en el club blanco no hay dudas sobre la idoneidad de su fichaje, Ancelotti todavía no ha encontrado la fórmula para que brille junto a Vinicius.
as