La lesión de Marc Bernal eclipsó por completo la victoria contra el Rayo Vallecano. Dice adiós a la temporada.
Ya lo dijo Hansi Flick en la sala de prensa. “Es una victoria triste. Nadie está contento en el vestuario”. Y era cierto. Nadie podía olvidarse de lo que le pasó a Marc Bernal en los últimos minutos del partido ante el Rayo Vallecano. Al vestuario llegaron noticias devastadoras, confirmando lo que ya se vio sobre el césped. El centrocampista no pudo terminar el partido tras un choque con Isi y tuvo que retirarse del partido sin que Flick pudiese realizar un cambio. El Barça acabó el partido con diez.
El joven centrocampista necesitó ayuda de los médicos para entrar a los vestuarios, incapaz de apoyar el pie en el suelo. Todo el mundo ya se temía lo peor. Bernal, titular por tercera vez esta temporada, vio truncado su sueño en Vallecas al romperse los ligamentos cruzados de la rodilla izquierda.
El vestuario era un absoluto funeral. Bernal y su familia estaban rotos. El chaval rompió a llorar mientras todos intentaban consolarlo, aunque supieran que era imposible, un esfuerzo en vano. Los médicos, honestos y realistas, le avisaron que la lesión pintaba muy mal. El joven centrocampista dice adiós a la temporada; no se puede tener más mala suerte. Tras el choque los mensajes de apoyo de sus compañeros no se hicieron esperar. Los primeros en desearle una pronta y buena recuperación fueron Pedri, Dani Olmo y Gavi, con mensajes en los que le muestran además su confianza en que volverá más fuerte.
Bernal se había ganado por completo a Hansi Flick, que por tercera vez consecutiva le dejó las manijas del juego del Barcelona. Sin capacidad para incorporar a un pivote de calidad contrastada y con experiencia, el técnico alemán vio en este joven de la cantera a un diamante en bruto al que poder pulir. En sus primeros partidos ya dejó pinceladas de su gran calidad, jugando con la soltura de un veterano y demostrando que lleva el ADN de los centrocampistas del Barcelona incorporado.
Ahora ha recibido un golpe, muy duro, pero le tocará levantarse. A su lado tendrá a todo el club y a un compañero como Gavi, que le tocó sufrir lo mismo. El Barça, sin Bernal, se queda muy cojo en la posición de pivote defensivo, donde ahora mismo solo sobrevive Marc Casadó.
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