El fondo de inversión saudí plantea una carrera de fondo para fichar al brasileño. El jugador, muy feliz en el Madrid, no quiere cerrar esa puerta hasta saber en qué consiste la oferta. Habrá más capítulos…
La noticia del interés de la Saudi Pro League en reclutar a Vinicius es de mucha trascendencia para el Real Madrid. El fondo de inversión de Arabia que se encarga de las negociaciones se ha planteado la operación como una carrera de fondo. Al estilo de la que el club blanco diseñó con Mbappé. Así que el peligro va a acechar a la entidad blanca por unos meses, quizá demasiados. Al menos hasta el próximo verano, en el que el club ya se verá obligado a negociar la renovación con el brasileño. El primer paso por parte del fondo de inversión saudí ha sido un sondeo informal al Madrid para saber si está dispuesto a hablar por el jugador. Ante la negativa, el siguiente paso será plantear una oferta de esas que harían pensarse a cualquiera qué hacer, incluido a Florentino. Pero habrá más…
Ahora parece una jugada maestra la opción que promovió el agente del jugador, Frederico Pena, cuando negoció la última renovación de Vinicius con el Real Madrid. Sólo admitió prolongar el contrato de su futbolista hasta 2027, cuando Rodrygo y Militao, por ejemplo, lo hicieron hasta 2028 y 2029 respectivamente. Frederico Pena es de la opinión de que los futbolistas deben ser dueños de su propio destino, y la mejor manera de conseguir eso es firmar contratos cortos que les permitan obtener subidas sustanciales de sueldo en las renovaciones (si se las merecen) o darles la posibilidad de ir a otros clubes. De este modo, en 2025 el Madrid está obligado a volver a hablar con Vini, con esa amenaza latente del mayor contrato deportivo de la historia que le ofrece Arabia.
Los saudíes han calculado muy bien el momento en el que dar este paso para lanzarse a por Vini. Justo ahora que el club blanco ha fichado a Mbappé y después de que la temporada pasada Bellingham quitara mucho foco a Vinicius hasta que, finalmente, el inglés se quedó sin gasolina y volvió a surgir ese gran Vini que, por lo hecho, razonablemente debería ser el próximo Balón de Oro. Hasta el propio Vinicius y su entorno están en estado de shock por lo que está pasando. Y, como es lógico, nadie quiere cerrarse, de primeras, una puerta como esa sin explorar las posibilidades que hay. Esto es lo más relevante de la situación que se plantea. Vini está feliz en el Madrid, sí, pero quiere escuchar lo que le ofrecen (sólo si el Madrid asiente porque le merece la pena la oferta).
Dicen que el dinero no lo puede todo. Quizá no, pero casi. Y si no, que se lo digan a Jon Rahm, que hace bien poco aceptó un contrato mixto de más de 500 millones de euros fijos por jugar en el LIV. O a más de un futbolista. No tanto Messi (que también es imagen de Arabia), Cristiano, Benzema o Neymar, que han terminado con sus huesos allí para finiquitar sus carreras, sino jugadores como Mahrez, Firmino, Kessié, Mendy, Mané, Fofana, Brozovic, Alex Telles, Laporte, Koulibaly o Bono, entre otros. El dinero puede hasta convencer a Nadal para ser imagen de aquel lejano y rico país que tiene un ambicioso plan geoestratégico para lavar su imagen mediante el fútbol, el tenis, el golf o la Fórmula 1. Un plan a largo plazo trazado por el estado y sin límite de presupuesto, Ahora apuntan a Vinicius como guinda del pastel. Ven en él a una pieza estratégica de cara al Mundial de 2034. Atento el Madrid, porque el dinero no lo puede todo… pero casi.
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