Ancelotti tendrá colmillo de sobra. Entre Mbappé, Vinicius, Rodrygo, Brahim y Endrick, 108 goles y 41 asistencias la temporada pasada.
Decía Alfredo Di Stéfano que “un partido sin goles es como un domingo sin sol”. Ancelotti tendrá el polvorín cargado para huir de la oscuridad. Vinicius (24 años), Rodrygo (23) y Brahim (24) ya goleaban en la temporada pasada de blanco y Mbappé (25) y Endrick (18), a pesar de la marcha a Qatar de Joselu y sus 18 goles, multiplican el grado de la ecuación. Con la temporada pasada como baremo, amén de unos Bellingham y Güler que lucen como híbridos entre la sala de máquinas y la vanguardia, 108 goles y 41 asistencias en total del quinteto. Cinco pistoleros al servicio de Carletto.
El esquema es ahora mismo el quid, pero el cuerpo técnico ya trabaja en el engarce. Mbappé, la Supernova recién aterrizada, tiene claro que el cómo no será problemático. “Los grandes jugadores deben jugar juntos”, aseveró en su puesta de largo. El francés llega tras una campaña donde, a pesar de las rotaciones de Luis Enrique en Ligue 1 (sólo 29 partidos y 2.159′), ha afilado al extremo su colmillo. Como ariete en gran parte del curso, además. De sus 44 goles y 10 asistencias totales, 27 y 6 llegaron como delantero puro. Más o menos centrado y con movilidad total, pero en la punta de la vanguardia. La guinda de un proyecto perfectamente estudiado, cincelado con precisión quirúrgica en el mercado y redondeado con su fichaje, el más anhelado. En su despedida, el máximo goleador histórico del PSG ha participado en un tanto cada 71,6 minutos (añadiendo asistencias). Y cada 87,9′, un gol.
Círculo cerrado
Una reconstrucción ofensiva que comenzó, justamente, en 2018 con la llegada de Vinicius. Se marchó Cristiano Ronaldo, desmontando la pieza principal de la BBC, y llegó un prometedor brasileño que ha evolucionado a candidato al Balón de Oro tras el mejor año de su carrera. Donde había runrún, ahora hay gol. El de São Gonçalo ha enjuagado las dudas ante la portería contraria con práctica y confianza. El clic llegó con el proyecto 2.0 de Ancelotti. De sus 14 goles entre 2018 y 2021 a los 69 en las tres últimas temporadas. Siempre en ascenso: 22 en la 2021-22, 23 en la 2022-23 y 24 en la pasada. La mejor en cifras absolutas y aún más rimbombante en promedio, pues las lesiones del amanecer del curso boicotearon su arranque. Un tanto cada 128,5 minutos e incrustando sus 11 asistencias en la coctelera, participa en el festejo cada 88,1′. Amén de una adaptación posicional que resultaba quimérica al echar la vista atrás. De sus 38 encuentros, sólo en cinco fue extremo al uso. En los 33 restantes, aunque con compañía habitualmente, fue ariete.
Y por alusiones, Rodrygo, el socio habitual del 7. El Rayo coqueteó con superar por primera vez la veintena goleadora, pero se quedó en 17, con nueve asistencias. Una temporada de extremos, con explosiones anotadoras y tramos donde la portería le dio la espalda. No obstante, para Ancelotti no ha habido discusión alguna. Sin lesiones, con apenas tres partidos de descanso y 3.707 minutos, el de Osasco “aporta mucho más que gol”, en palabras del italiano. Su polivalencia y físico resistente serán fundamentales para una temporada donde la rotación, con un máximo de 72 duelos en el horizonte, es más obligación que posibilidad.
Goles en la 2023-24 del quinteto
Jugador | Goles | Asistencias |
---|---|---|
Mbappé | 44 | 10 |
Vinicius | 24 | 11 |
Rodrygo | 17 | 9 |
Brahim | 12 | 9 |
Endrick | 11 | 2 |
De un futbolista multifuncional a otro. Brahim Díaz asumió el reto el curso pasado. En el amanecer las oportunidades fueron esquivas, pero en su mente nunca desapareció su sueño. “Sólo quiere triunfar en el Madrid”, deslizaba su entorno. Así fue. El malagueño exprimió oportunidades al máximo hasta disparar sus cifras a los 12 goles (su techo eran los ocho que hizo por partida doble en Milán) y nueve asistencias. En la retina, su cabalgada ante Oblak en la Supercopa o su zarpazo de museo en Leipzig para trazar el camino a los cuartos de Champions. Su lema, “lo difícil es fácil”, lo plasma en las celebraciones, pero también en su día a día. Por eso tiene claro que, aunque la competencia sea mayor, su momento llegará. La apuesta del Madrid también es clara. Mientras Marruecos tocaba con insistencia la puerta de su nueva estrella en busca de su participación en los venideros Juegos Olímpicos, la respuesta desde la entidad fue clara: “Te necesitamos aquí”. En un verano con Eurocopa y Copa América, el plan es que Brahim sea una pieza fundamental en el ataque en el comienzo de curso, empezando por la Supercopa de Europa (14 de agosto ante la Atalanta). El jugador, consciente además de que puede ser la llave para abrir las puertas a su futuro, se alineó en todo momento con el club y ya trabaja en Valdebebas.
Un reto
Como pronto lo hará el quinto. Endrick vivirá su presentación, a todo tren en un Bernabéu que lucirá sus mejores galas, este sábado y recortará vacaciones para ser uno más en la gira de EE UU. El 9 de la Canarinha y de Palmeiras será el ‘16′ del Madrid. Ahí comenzará a interiorizar mecanismos y a mostrar que es el 9 más puro de la plantilla. Aterriza tras haber marcado, antes de cumplir la mayoría de edad, tres goles con la Absoluta y 21 con su ya exclub (y añadan cuatro asistencias). Para comparar con Europa (en Brasil los cursos son por año natural) colocamos su inicio de curso ficticio en el 12 de agosto, cuando arrancó la campaña del Madrid ante el Athletic en San Mamés. Desde entonces, 11 tantos y dos asistencias de Endrick que permiten superar la centena global… con Bellingham y sus 24 goles y Güler y sus seis (uno cada 73′) como híbridos para añadir pólvora a los Cinco Magníficos. El reto de los 121 goles de la 2011-12, la liga de los 100 puntos con Mourinho en el banquillo, aparece, amén del soñado Septete, en el horizonte blanco…
as