La misión más difícil de Ancelotti

Arrancó una pretemporada plagada de frentes. El ‘Septete’, potenciar a Mbappé, los minutos de Güler y Endrick, suplir a Kroos, la presión de Lunin…

Si algo tiene el Real Madrid es que no admite la autocomplacencia. Y Ancelotti lo sabe, acepta y comulga. El equipo que conquistó el doblete Liga-Champions en 2024 comienza de cero desde el 15 de julio para ir a por todo en 2025. Mucho frente deportivo y global, pero también objetivos personales (el Balón de Oro…), todos bajo la tutela de Carletto. Los retos para el italiano son múltiples y van desde lo filosófico (cómo vivir sin Kroos) a la manera de sentar las bases del futuro con el manejo del minutaje de Güler y Endrick, qué pasará con el hueco en la portería que podría dejar Lunin, los casos de los que menos cuentan…

El no va más: el siete de siete

El Madrid es el único club de Europa que optará a siete títulos en esta campaña 2024-25. Puede ser un ultramaratón del próximo 14 de agosto al 15 de julio de 2025, con 72 partidos en tres continentes diferentes. Un esfuerzo titánico que el club y el equipo tienen en su mirilla.

Reactivar y potenciar a Kylian

El Mbappé que aparece en el Madrid no es la mejor versión de Kylian. Su temporada 2023-24 fue tortuosa por su relación rota con el PSG y la Eurocopa no fue, ni de lejos, el bálsamo que buscaba. Al revés, la fractura en la nariz acentuó su frustración. Recuperar al mejor Mbappé, potenciarlo y conseguir que la coexistencia con Vinicius en el frente del ataque sea beneficiosa para ambos. Que aunque las dos estrellas gusten de arrancar por el mismo flanco izquierdo, con el acercamiento del galo a la posición natural del nueve sus habilidades y las del brasileño sean complementarias. Por el camino, la idea es acercar aún más el sueño de ambos, de Bellingham y hasta de Carvajal, a ese Balón de Oro 2024…

Güler y Endrick, con hambre

La gestión de los minutos de los dos jovencísimos genios será otro punto donde Ancelotti tendrá que ofrecer otra master class de su proverbial habilidad para manejar vestuarios. Supo reconducir la frustración de Güler la temporada pasada y en las celebraciones por la Liga 36 y la Quince insinuó que la perla otomana formará parte visible de la corona madridista este curso entrante. En el previsto 4-3-3 con el que partirá el equipo, aspira a darle dentelladas a los minutos de Rodrygo. También podría sumarlos como centrocampista si Carletto opta por un 4-4-2. La función de Endrick, que aterrizará habiendo roto récords de precocidad de Pelé con Brasil, será la de relevar como nueve suplente a Mbappé ya sea porque Kylian descansa, es sustituido o porque el que rota es Vinicius y el francés se mueve a esa zona. Joselu, en ese rol, dispuso la temporada pasada de 2.097 minutos y supo exprimirlos, con 17 goles. A Endrick se le pedirá algo parecido. Aprender e integrarse, siendo productivo. El talento y las ganas las trae, porque acortará sus vacaciones. “No tengo derecho a desperdiciar este regalo”, asegura. Dos jóvenes figuras con hambre por saciar.

Qué hacer sin Toni

Valverde pasará a ser el líder espiritual del centro del campo, aunque su estilo sea diferente al de la leyenda alemana. Bellingham también tendrá que retocar su posición dentro de la línea de tres centrocampistas, eso sí, igualmente desde el perfil izquierdo como el curso pasado. La única duda es la continuidad o no de Ceballos.

Lunin es una incógnita

La titularidad de Courtois en Wembley reconfirmó al belga como el mejor portero del mundo y a Lunin como la mayor víctima colateral del planeta. El ucranio tenía apalabrada la renovación hasta 2029, pero se lo está pensando. Tiene ofertas. Por si acaso, ha recortado sus vacaciones una semana y durante las mismas ya se le pudo ver entrenándose. Kepa, que aceptaría de mil amores ser el suplente de Tibu, es el posible Plan B.

Lucas, firma ‘secreta’

El gallego se presentó ayer en Valdebebas como estaba previsto aunque el club (y tampoco el propio lateral) ha hecho pública la renovación de su anterior contrato, que expiró el 1 de julio. Se ha firmado, aunque sorprende que el Madrid, como con Modric, no haya querido publicitar la continuidad de dos históricos muy queridos por la afición.

Vallejo no se rinde

Pasara lo que pasara con Operación Yoro, que al Madrid se le escapa entre los dedos, el zaragozano pidió al club una última oportunidad. Sólo le queda un año de contrato, pero quiere ganarse un sitio en esta plantilla de la 2024-25 aunque sea como último eslabón del cuadrante de centrales. En el Madrid se le ve como un profesional intachable y no le pondrán trabas.

Reinier, sin opciones

El club no le considera parte del primer equipo, por lo que aguardará una nueva cesión o un traspaso ejercitándose con el Castilla. Con contrato hasta 2026, el joven brasileño (22 años) amontona cesiones (Borussia Dortmund, Girona, Frosinone…) sin romper en lo que preveía el club blanco. El proyecto de esta 2024-25 será, de nuevo, sin él.

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