El seleccionador atiende a AS dos días antes de las semifinales ante Francia: “Lamine y Nico son fantásticos, pero no se puede jugar siempre a cien por hora”.
El rostro de Luis de la Fuente (21-6-1961, Haro) desborda ilusión contenida. Es la viva imagen del grupo. El seleccionador español atiende a AS en la carpa que la FEF ha montado para los medios en las instalaciones del SV Aasen, en Donaueschingen. Este sábado se acostó a las cuatro de la madrugada visionando vídeos de Francia.
¿Cree que la victoria contra Alemania, como aquel triunfo en los penaltis contra Italia en 2008, marcará el inicio de algo grande?
Aquello también tuvo un principio. No se acierta el futuro, pero es una buena piedra. Cada situación es diferente, pero es bonito saber que ha habido precedentes que han generado situaciones con vistas al futuro muy importantes para el fútbol español. Somos optimistas y creemos que esta puede ser una primera piedra para construir el futuro.
El partido es muy simbólico. ¿Le ha dado por pensar, o soñar, que podrían levantar una Eurocopa habiendo ganado a Italia, Alemania, Francia e Inglaterra? Sería ganar todas las guerras.
Vamos partido a partido, porque aquí se pasa de la gloria a la decepción en un segundo. Sabemos que ahora hay que ganar a Francia. Primero, Francia; luego, Berlín. Queremos cubrir etapas y de verdad que no vamos a pensar en nada más. No sabemos lo que va a pasar después. Si Dios quiere y llegamos a esa situación, ya analizaremos lo conseguido. Pero, primero, nada menos que tenemos una semifinal contra Francia.
Luis inventó la España de los bajitos, Del Bosque el doble pivote. ¿Usted es el seleccionador de los extremos? Ahora todos dicen que Lamine es bueno, pero había que ponerlo con 16 años…
El mérito es de los futbolistas. Alardeo de decir que conozco la materia prima con la que trabajo. Y ese conocimiento me da mucha seguridad. Y sé que los futbolistas son muy buenos y no van a defraudar en estas situaciones. Luego, es cierto que hay una apuesta por gente joven y de cantera. La mayor parte de mi vida he trabajado con la base. Creo en ella y estoy convencido. No me cuesta poner a la gente si la veo con talento y capacidad, independientemente de la edad que tenga. Aunque el partido sea importante, lo hago desde la naturalidad y el convencimiento. Eso te da seguridad. Los hechos nos demuestran que, efectivamente, si les das la oportunidad, no fallan.
Usted ha apostado por la normalidad y ha decidido que haya jugadores que estén decidiendo su futuro en la Eurocopa. ¿No pensó que podía salir mal?
Es la realidad. Confío en la profesionalidad del futbolista porque lo que hay es lo que hay. Y si están gestionando su futuro, es lo que hay. Y hay que darle naturalidad. Se tienen que sentir apoyados para que sepan que tienen la tranquilidad de decidir el futuro, pero sabiendo que todo pasa por estas centrados en la prioridad, que es España. Y como son profesionales honestos, viven con total normalidad. Y hemos vivido esta situación sin ningún estrés. Los futbolistas están entregados pensando en España.
Siempre dice que la Selección puede mejorar. ¿En qué?
Siempre se puede mejorar. Soy de esa idea. Hasta el último de nuestros días se puede mejorar. Si empezamos por la defensa, hay cosas que mejorar. Somos los mejores del mundo en la presión, pero hay que coordinarla más todavía, estar más cohesionados. Y en la fase ofensiva, esa velocidad que tenemos a veces nos lleva a la precipitación. Creo que hay que darle calma, interpretar mejor esos momentos. Pero, claro, todo eso requiere tiempo y trabajo. Y que la gente más joven vaya adquiriendo esa madurez. Como reflexión, siempre se puede mejorar. Y la actitud del jugador ahí es clave, que sea ambicioso para ser mejor en todo cada día. Creo que estamos de sobresaliente, pero hay margen de mejora. Y digo que hay margen de mejora porque es que este equipo es muy bueno y hay jugadores muy buenos por más que estemos viendo una versión fantástica de muchos. No es la mejor versión de estos futbolistas. En uno, dos, tres o cuatro años veremos mejores versiones y eso nos hace ser optimistas cara al futuro.
El día que se presentó dijo algo así como que esta era la Selección de 40 millones de españoles y que usted quería que se engancharan. ¿Está siendo esa su gran victoria de momento?
Mire. Es verdad que aquí vivimos un poco en una burbuja y creo que no somos del todo conscientes de lo que se está viviendo en España. Pero nos llegan noticias de que en España, no sólo las audiencias están siendo altas, sino que la gente joven, además de la clásica, que no tenía una cultura de fútbol como los que ya tenemos cierta edad, se están enganchando. Han tenido oportunidad de engancharse a mil cosas más que tienen. Queremos que los chicos jóvenes se enganchen con el fútbol y con la Selección. Esa es la gran asignatura pendiente que tenemos. Y esta es la Selección de todos. No hay colores de clubes, ni regionalismos. Si somos capaces de transmitir ese mensaje y que cale, ya estamos consiguiendo algo importante. Y esa sensación de arrope que te da la afición, pues ayuda. La unión hace la fuerza y si todos empujamos en una dirección, se consiguen los objetivos. Si estamos enganchando, estoy feliz de ser partícipe en generar ilusión.
Si Lamine es un rayo y Nico un trueno, usted qué dice: ¿Que haya tormenta?
Claro que sí. Pero es verdad que cuando tienes jugadores tan rápidos, que hacen tantas transiciones, es cierto que se corren riesgos. Con un equipo desplegado, más expuesto, los contragolpes pueden ser fatales. En eso también podemos mejorar. No siempre se puede jugar a cien por hora. No es un eslogan mío, pero la velocidad y la potencia sin control no sirven de nada. Hay que dominar la velocidad, el control del juego… Queda muy bien y son fantásticos futbolistas, pero a veces hay que bajar las revoluciones.
Decía Tito Vilanova, en paz descanse, que tardaron poco en darse cuenta de que Messi no quería salir del campo nunca, ni en el minuto 90 para que le aplaudiesen. Lamine se fue el otro día un poco molesto… ¿Eso le ha hecho pensar sobre su gestión o al contrario con 16 años?
No le vi cabreado para nada. La prioridad aquí es el equipo; es la máxima que tenemos aquí. Creo que se ha puesto de moda algo que se interpreta mal. Para mí, un jugador puede tener ambición por jugar. Pero eso de enfurruñarse es irrespetuoso con la persona que va a entrar en el campo. Eso no va conmigo. Un jugador tiene que entender que lo primero es el equipo y que, si lo sustituyen, el que va a entrar también tiene derecho a jugar. Lamine no se marchó enfadado. Es un chico excepcional y tenemos una relación magnífica, pero tenéis que entender aquí no juegan sólo Lamine y Nico, que parece que están de moda. Tenemos a Ferran, Ayoze, Olmo, Oyarzabal. Y pueden jugar a nivel top, como juegan ellos. Tenemos mucha versatilidad y posibilidades de alinear muchos jugadores. Es muy bonito tener una alineación tipo, pero cada partido tienen un matiz que igual nosotros entendemos que tiene que ser de otra manera. Lamine es un chaval fantástico, extraordinario y tiene que saber que en fútbol un día te toca jugar más y otro, menos.
¿Un plan para frenar a Mbappé?
Rápidamente, le diría que con jugadores de esas características, que tienen tanto desborde, como también lo tiene Dembélé, las ayudas son importantes. Es la única manera, además de mantener el equilibrio.
¿Centrarse en Mbappé significaría tal vez descuidar a Griezmann o Dembélé?
El otro día le decía a Lamine, en ese proceso del que hablábamos antes, que si tiene a tres jugadores encima, habrá una zona del campo en la que tendremos superioridad. Y habrá que llevar el balón allí; y no a través de una conducción. Hay que llevarlo con una circulación rápida. Eso también es interpretar los partidos. Por eso, habrá que hacer ayudas, pero también estar pendientes de otras zonas del campo.
Usted ha pasado un par de momentos críticos como seleccionador…
¿Sólo?
Uno, la derrota de Escocia, con una rotación masiva y derrota. ¿Se equivocó? Y dos, el viaje a Georgia, donde asegura que pasaron momentos muy duros. ¿Puede profundizar?
Hablar a posteriori siempre es fácil. No cambiaría nada. Teníamos un plan establecido. Aparte de gestionar un partido, hay que gestionar un grupo. Entendíamos que, en ese momento, había que empezar a formar equipo, que todos se sintieran importantes. Hicimos un equipo muy competitivo y creo que el resultado no se ajustó a lo que fue. Pero en aquel partido buscábamos ir un poquito más allá en esa gestión del grupo. Era nuestro segundo partido, veníamos de ganar a Noruega, los jugadores estaban entregamos y entendimos que eso era lo mejor. Yo asumo mis errores y no pasa nada. Pero no me arrepiento de lo que hicimos en aquella situación. Hoy haría lo mismo.
Y lo de Georgia…
¿Qué sucedió en el viaje? Fue la consecuencia de lo que habíamos venido trabajando durante la concentración de marzo, la Nations League que fue el germen de todo lo que recogemos ahora; y una situación que en otras circunstancias hubiese generado un conflicto. A veces, la gente se equivoca y hay que tener la valentía y la generosidad de aceptar las disculpas de los demás. Porque aquí se equivoca todo el mundo. Y algo sucedió; unas personas fallaron (las botas se perdieron por el camino). Se lo expusimos al equipo. ‘Señores, ha pasado esto. No ocurre nada. Vais a tener las botas mañana’. Y la solución que le dimos fue trabajar con lo que teníamos. Y eso nos unió mucho. Vivimos momentos emotivos porque se arropó mucho a la gente que tuvo ese descuido. Ese día entrenamos con zapatillas. Hemos roto todos los libros de preparación física porque hicimos un entrenamiento totalmente lúdico. Y al día siguiente los jugadores estaban trabajando en la misma dirección en el sentido de unión, de familia. Reforzamos una idea y me di cuenta de que juntos somos más fuertes.
Usted es católico y prácticamente. ¿Alguna petición para San Fermín?
Lo primero que he hecho es felicitar a los navarros. Hoy cumple años, además, mi hermano, que se llama Alberto Fermín. Tengo mucha vinculación con Navarra y con la fiesta. Yo soy creyente y me gusta ese momento íntimo de pedirle a Dios que nos ayude. Me siento feliz, tranquilo y fuerte en esta circunstancia. Es saludable e invito a la gente que lo haga.
O sea, que le pide a San Fermín que nos dé la Eurocopa…
Hoy sí, pero San Fermín, y San Felices es patrón de mi pueblo; y la Virgen de la Vega que es la patrona.
Reivindíquese. Usted es de los seleccionadores peor pagados de la Eurocopa. ¿Es el momento de mejorarle el contrato?
Miren. Yo estoy feliz. Siempre lo he dicho y es una cosa que va siempre en otra dirección; y si algún día va en otra dirección, también quiero que se entienda. Estoy donde quiero estar. Llevo 13 años en la FEF y siempre he dicho que estoy donde quiero estar. He elegido estar aquí, disfruto y soy feliz. Mientras la otra parte también esté feliz con esa situación, seguiremos Ahora, si en el futuro yo no estuviera feliz y la otra parte no es feliz conmigo, no tendré ningún problema. Independientemente de salario o no salario, si estoy es porque estoy contento en conjunto. Si algún día no pasara esto, pues también habría que entenderlo con normalidad. Si no estoy contento con la otra parte, no estaremos juntos. De momento, hay unión para tiempo y mientras estemos juntos, aquí estaremos. Hay futuro, mucho futuro.
as