Talleres venció a Colón 1-0, en el estadio Marcelo Bielsa, y avanzó a los octavos de final de la Copa Argentina. El equipo cordobés extendió su presente feliz, como en el Torneo de la Liga y en la Copa Libertadores, y en la próxima ronda enfrentará al ganador de Boca Juniors-Almirante Brown.
La barra brava de Colón aportó la parte negativa, debido a su lucha interna se propusieron suspender el partido. Cerca estuvieron de conseguirlo. En el primer tiempo, el árbitro Nicolás Ramírez lo interrumpió momentáneamente en varias ocasiones: por arrojar bombas de estruendo y bengalas al terreno de juego, por hinchas colgados del alambrado y peleas y corridas en la tribuna. Los jugadores del Sabalero debieron acercarse al sector para pedirle calma a los violentos.
En tiempo adicionado de ese cortado primer período, Talleres celebró. Marcos Portillo ejecutó un tiro de esquina y Federico Girotti metió el cabezazo goleador.
Ya en el final del partido, fue expulsado Javier Toledo. El delantero de Colón se peleó con varios jugadores rivales e inició un tumulto.