Su partido contra el Dortmund vuelve a ponerle en el punto de mira. Jugó de ‘9′ y tuvo poca participación en el juego, aunque gozó de una ocasión al palo.
Kylian Mbappé es el máximo goleador de la presente edición de la Champions League, pero la realidad es que su rendimiento en algunos encuentros sigue suscitando dudas. Este miércoles, en la ida de las semifinales contra el Dortmund, el delantero atenuó su rendimiento, jugando de referencia y, aun así, gozó de una oportunidad al palo y generó una ocasión manifiesta de gol de Ousmane Dembélé en el segundo tiempo.
Tal fue el partido de Mbappé que en Francia no dudaron en otorgarle una nota negativa, como el caso de L’Équipe, que valoró su partido con un insuficiente ‘4′. “Una primera parte sin brillo (0 disparos), en la que no salió lo suficientemente rápido para Schlotterbeck en el gol (36′). A menudo se encontró de espaldas a la portería en plena acción, tuvo poco espacios y jugó encorsetado. En una segunda parte más densa, remató al poste (51′) e intentó potenciar a sus compañeros, como en una acción para Dembélé (72′). Pero no fue decisivo, como su condición le obligaba a ser…”, relata el periódico francés.
Precisamente, una de las cosas que más achacan al capitán de ‘Les Bleus’ es su falta de liderazgo en las últimas rondas de la Champions League. Mientras que en Anoeta, en la vuelta de los octavos de la Champions, Mbappé lideró al PSG, marcando un doblete, en la derrota ante el Barcelona en París fue una sombra de lo que suele mostrar en el terreno de juego. A pesar de sus dos tantos a los blaugranas en Montjuic, en la victoria por 1-4, la sensación en París es que ese día no fue uno de los mejores partidos de la temporada del crack de Bondy.
Una de las posibles explicaciones de su irregularidad es la gestión de Luis Enrique con el futbolista desde que le confiara a Al Khelaïfi, antes de la eliminatoria contra la Real Sociedad, que se marcha a final de temporada. De los últimos nueve partidos en la Ligue 1, el canterano del Mónaco ha disputado únicamente dos partidos completos, ante el Montpellier el 17 de marzo y frente al Lorient en abril. Lo más significativo es que, en la temporada en la que más está siendo sustituido, acumule las mejores cifras goleadoras, con 44 tantos entre todas las competiciones.
Las estadísticas son elocuentes. Mbappé en Dortmund dio 24 pases, disparó una sola vez, al poste, durante los 90 minutos, únicamente completó dos regates en siete intentos y ganó apenas tres de los diez duelos terrestres que tuvo en el Signal Iduna Park. Un partido que, sin embargo, le da una segunda oportunidad, el martes en París, en el que podría ser su despedida del Paris Saint Germain en la máxima competición continental.
Mbappé tiene una última misión antes de abandonar su ciudad, brindarle al club capitalino la primera Copa de Europa de su historia. Antes, en siete temporadas, fue incapaz de lograrlo, a pesar de que en 2020, en la pandemia, se quedó con la miel en los labios frente al Bayern de Múnich. Un último baile, el martes, con un Parque de los Príncipes a rebosar, para demostrar que las críticas que se han vertido sobre sus últimas actuaciones no se corresponden con el potencial del jugador, uno de los mejores del mundo.
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