La sección 21 de la Audiencia de Barcelona estima los recursos de Apelación contra la decisión del Juzgado de Instrucción número 1 de imputar al actual presidente.
Excelentes noticias para Joan Laporta y los miembros de las juntas directivas que presidió entre 2003 a 2010. La sección 21 de la Audiencia de Barcelona ha notificado una nueva interlocutoria por la que se estiman los recursos interpuestos contra la decisión del Juzgado de Instrucción número 1 de imputar al actual presidente del club azulgrana y al conjunto de directivos de su primer mandato. Todos los que formaron parte del consejo directivo entre el 15 de junio de 2003 a 30 de junio de 2010 quedan exonerados de responsabilidad penal. El tribunal considera que estos delitos, como falsedad documental, administración desleal, o corrupción deportiva, están prescritos.
Este último pronunciamiento complementa la decisión de excluir la hipótesis instructora del cohecho al no poder considerarse a Enríquez Negreira como funcionario ni a la Federación Española de Fútbol y el Comité Técnico de Árbitros como organismos públicos. Además de Joan Laporta y los miembros de su junta directiva, también tenían la condición de investigados José María Enríquez Negreira y su hijo, los expresidentes del Barcelona, Josep Maria Bartomeu y Sandro Rosell, y los ejecutivos del club Albert Soler y Òscar Grau. En la notificación, se explica que también han sido estimados los recursos presentados por el Ministerio Fiscal, el FC Barcelona, Albert Soler y Josep Maria Bartomeu, mientras que el de Sandro Rosell ha sido desestimado. A todos los recursos de apelación presentados se opuso el Real Madrid y LaLiga.
En el FC Barcelona están muy satisfechos.“Se valora positivamente esta resolución, basada en un criterio riguroso que permite concretar los hechos objeto de investigación para llevarlos a un importante esclarecimiento, manteniendo nuestra convicción de que a través de la Justicia se podrá acreditar la absoluta inocencia del Club”.
El proceso judicial del ‘Caso Negreira’ sigue abierto ante las acusaciones de corrupción deportiva y administración desleal. En ambos casos no se ha podido demostrar nada. Además de la falta de pruebas fehacientes, todos los árbitros que han declarado en la instrucción han manifestado que no se alteró ningún resultado de los partidos de fútbol.
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