Los tantos de Aitana y Alexia le dan al Barcelona su segunda Champions consecutiva para completar un histórico póquer de títulos tras la conquista de Liga, Copa y Supercopa. Ambientazo en un San Mamés teñido de azulgrana.
El reinado del Barcelona continúa. La hegemonía de las azulgrana no parece tener fin. Porque este equipo está llamado a marcar una época en el fútbol femenino mundial. Su segunda Champions consecutiva, la tercera de su palmarés, que completa un histórico póquer: Supercopa, Liga, Copa y Champions. Porque esta temporada el Barcelona ha ganado todos los títulos que ha disputado. Y, además, levantó el cetro europeo ante su bestia negra. Un Olympique Lyon que dominó con mano de hierro el viejo continente hasta la aparición de este Barça. Tuvo que ser la Balón de Oro, Aitana, la que desequilibrara un partido igualado, intenso, emocionante y con récord de espectadores en una final. Más de 50 mil personas llenaron un San Mamés totalmente teñido de azulgrana. El adiós perfecto para Giráldez…
El respeto entre ambos equipos se respiraba en el aire. Giráldez, otra vez, le dio una vuelta de tuerca a su once dejando fuera a Ona y apostando por Mariona como falsa nueve. La mallorquina se movía con libertad por todo el frente de ataque, mientras que Bompastor sacó a las mismas que hace sólo una semana ganaron el partido decisivo por la liga francesa. Las galas querían presionar arriba a las azulgranas, no dejar a Aitana recibir con comodidad e intentar evitar ese dominio aplastante del Barça en casi todos los partidos. Así, la primera fue para el Lyon con una buena combinación entre Dumornay y Diani que acabó con falta sobre Cata Coll.
La intensidad de las de Bompastor se notó en un inicio muy agresivo del Olympique. Sin embargo, las de Giráldez encontraron su vía de escape: Graham. La noruega está firmando una temporada espectacular y en la gran final tenía que aparecer. La primera contra Bacha se fue y centró para que Salma rematase a puerta, pero a las manos de una segura Enlder. Con el paso de los minutos, el Barcelona fue haciéndose con el control, buscando posesiones largas y moviendo a las francesas de un lado a otro. Una circulación buscando el uno contra uno de Graham, que volvió a irse de Bacha, pero esta vez fue Rolfö la que no acertó con la portería de la chilena.
El Lyon sabía que con poco podía hacer daño y en uno de esos acercamientos sacó un córner. Una de las especialidades de las francesas que a punto estuvieron de adelantarse. Sacó Bacha muy cerrado y el balón se acabó estrellando en el larguero. Si Graham era el arma del Barça, Diani lo era del Lyon. La máxima artillera de esta Champions buscaba una y otra vez a Rolfö y casi siempre le ganaba. Otro centro de la francesa a punto estuvo de acabar en gol de Horan. Acto seguido, la estadounidense erró en la salida de balón y Patri apareció para arrebatárselo, adentrarse en el área y tirar delante de una Enlder que repelió el balón, rebotó en Horan de nuevo y la intervención salvadora de Bacha evitó el primer tanto azulgrana.
A cada llegada del Barça había una respuesta de las francesas que otra vez encontraron la velocidad de Diani, pero su centro no encontró rematador. Sin embargo, en el otro lado apareció Cascarino, que se la cedió a Dumornay, pero antes que la haitiana llegó Paredes para evitar un remate muy claro. La primera parte se acababa con empate sin goles, pero el Barça pudo evitarlo. Jugadón, otro más, de Graham que se la hizo a Renard, pero no acertó con la portería y de nuevo la noruega se fue de Bacha. El tiro de Patri en segunda línea se estrelló en una defensora. Ahí estaba la vía de agua del Lyon, pero el Barça no acertó con la portería. Sin goles, con mucha tensión, se llegó al descanso.
Quedaban 45 minutos por delante y ambos entrenadores buscaron en el descanso alguna variable que les hiciera declinar la balanza. Bompastor puso a Diani en derecha y a Cascarino en izquierda: Giráldez le dio más libertad a Rolfö para que subiera y no volcar todo el juego por derecha. Salió otra vez muy intenso el Lyon que encontró la primera ocasión en las botas de Dumornay, pero la haitiana se estrelló en Cata Coll. Después fue Renard, en otro balón parado, la que no pudo batir a la mallorquina.
Le costaba salir al Barça, que buscaba una y otra vez a Rolfö y en un centro de la sueca Salma remató forzada, pero el balón lo rechazó una defensora. Entonces apareció Aitana. La Balón de Oro, que estaba en todos lados, encontró el espacio libre y Mariona dio un magistral pase para que la centrocampista se fuera y rematarse delante de Enlder con la fortuna que el balón tocó el Gilles y se coló en la portería francesa. Una explosión de júbilo en la grada, con gran mayoría azulgrana.
La lata estaba abierta, pero el Lyon no iba a bajar los brazos tan fácil. La respuesta fue inmediata. Buscando las bandas y centrando con mucho peligro, Cata vio el balón sobrevolar su área una y otra vez. Les faltaba una rematadora. Y, con espacios, el Barça podía matar. La tuvo Graham de falta, de nuevo la noruega en un excepcional eslalon que se encontró con Bacha.
El Lyon se fue con todo. El tiempo se acababa para las francesas y Bompastor sacó a Hegerberg y Becho. Apretaron con todo. La tuvo Hegerberg en un buen remate de cabeza, también Diani desde dentro del área. Pero este Barcelona es un equipo completo, capaz de sufrir cuando hace falta. Un sufrimiento que acabó cuando Alexia, la eterna capitana que acababa de salir al campo, le puso la guinda con el segundo tras un gran remate dentro del área. Este Barça ya es inmortal…
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