El Barcelona aplaza cualquier decisión hasta final de temporada, pero fuentes del club califican como “fracaso” todo lo que no sea clasificarse segundo y entrar en la Supercopa. Ahora mismo, “cualquier escenario es posible”, aseguran.
La debacle ante el Girona en Montilivi ha hecho tanto o más daño que la eliminación en la Champions ante el PSG o la derrota en el Clásico en el Bernabéu. Los rostros desencajados de los principales responsables del club a la salida del estadio, empezando por Joan Laporta y siguiendo por Deco, ya presagiaban la magnitud de la tragedia. Y es que el 4-2 no solo suponía perder la hegemonía del fútbol catalán -hace más de ochenta años que un club catalán no acaba por encima del Barcelona-, sino que además relegaba a los blaugrana a la tercera plaza, o lo que es lo mismo, le cierra las puertas a la Supercopa de España y por ende a los ocho millones de ingresos por participar.
Según ha podido saber AS, en el club se van a aplazar todas las decisiones hasta final de temporada, a la espera de saber si el vestuario es capaz de revertir la situación y acabar segundo. La realidad es que ya no depende de sí mismo: está un punto por debajo del Girona y el ‘goal average’ perdido a falta de cuatro jornadas. El calendario tampoco es muy favorable para los blaugrana que han de jugar contra la Real Sociedad, Almería, Rayo Vallecano y Sevilla, mientras que los de Míchel se enfrentarán al Alavés, Villarreal, Valencia y Granada.
Fuentes del club asumen como “un fracaso” si finalmente el equipo no se clasifica segundo, hasta el punto de que advierten que acabar terceros podría “abrir nuevos escenarios”, algunos de ellos “muy traumáticos”. De hecho, ni la continuidad de Xavi Hernández -recientemente anunciada tras su ‘boutade’ de hace tres meses- estaría cien por cien garantizada. No hay que olvidar que tras la derrota en el Bernabéu, el futuro del técnico estuvo en el aire: el presidente llegó a plantear en una junta directiva la marcha de Xavi a partir del 1 de julio, con el apoyo de buena parte de la directiva, decisión que posteriormente se desdijo tras reunirse con el entrenador. No conseguir el objetivo de mínimos -la segunda plaza- pondría en un aprieto muy serio la continuidad de Xavi.
Pero no solo el futuro de Xavi estaría en el juego: la sombra de Rafa Márquez sigue siendo alargada y más si finalmente logra ascender al filial. Quedar terceros abriría la caja de Pandora dentro del club, con varios nombres propios al filo del abismo. Para empezar, se invitaría a salir a jugadores con las fichas más altas y que no han dado un ‘plus’ esta temporada, como Ronald Araújo y Frenkie de Jong -pendientes de renovaciones a la baja-, mientras que otros tendrían también los días contados, como Robert Lewandowski -tanto por su edad como por su elevada ficha-, y algunos, que nunca han entrado en las quinielas, podrían cambiar la etiqueta de intransferibles, como Pedri, tras completar una temporada mediocre. Además, algunas renovaciones que se dan como seguras, como Sergi Roberto, se aplazarían ‘sine die’, desoyendo en este caso las intenciones del técnico.
También algunos jugadores que están cedidos podrían ver su futuro comprometido. Los ‘Joaos’, Cancelo y Félix, tendrían muy pocas opciones de continuar, mientras que también se cerraría las puertas a la mayoría de jugadores cedidos que tienen que regresar a Barcelona este verano, empezando por Ansu Fati.
Lo que parece claro es que ni a Laporta ni Deco les temblará el pulso a la hora de tomar las decisiones, por muy traumáticas que puedan parecer. Ahora mismo solo cinco futbolistas están fuera de la ecuación: Lamine Yamal, Gavi, Fermín López, Pau Cubarsí y Marc-André ter Stegen. El resto, incluido el staff, se la juega en los próximos cuatro partidos.
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