“¡Estás más que listo para recoger el testigo!”, dedicó el alemán a Jude Bellingham, en la despedida en redes del centrocampista inglés. También es la idea que maneja el Real Madrid.
“Wembley, Wembley, Wembley”. No se escuchaba otra cosa en los pasillos de Valdebebas. Ahora el murmullo cambia. Kroos y su adiós, al centro del escenario. Su anuncio fue un maremoto que conmocionó al fútbol. Y dejó al Madrid compuesto y sin el mejor director de orquesta del planeta. Los mecanismo el clave futura se activaron hace tiempo y, más allá de las opciones que pueda ofrecer un mercado que no es primordial en estos momentos, en el club blanco entienden que el heredero está en casa. Mismo sentir del propio Kroos. Los caminos conducen a Bellingham.
Jude dedicaba un cariñoso mensaje al 8: “Un año no ha sido suficiente. Gracias por todo lo que has aportado al juego. Ha sido un verdadero placer disfrutar de tu fútbol y de tu personalidad como aficionado, e incluso más como compañero de equipo. Todavía tenemos trabajo que hacer esta temporada, pero te deseo lo mejor en lo que el futuro os depare a ti y a tu familia”. La respuesta de Toni venía con entrega de galones incluido: “Gracias, amigo. Hubiera sido injusto pasar más años juntos (risas). ¡Disfruté cada minutos desde que te uniste! ¡Estás más que listo para recoger el testigo! Y a los 20 años…”.
Ancelotti redibujó la pizarra para acercar a Bellingham al área. Sin ‘9′ al uso, identificó que la solución era que el de Stourbridge olfatease el gol desde cerca. Más mediapunta, menos centrocampista. El resultado, cifras Cristianescas que le hicieron apuntar incluso al pichichi (19 goles en Liga, 23 en total, acompañados de 12 asistencias). Pero el cambio de año derivó en una versión de Jude más próxima a la planteada de cara al futuro. Con más preponderancia en la sala de máquinas. Y ahí es donde el Madrid pretende ubicar al inglés. Menos mediapunta, más centrocampista. Más Kroos, siendo muy diferente a Kroos.
Las alternativas son varias, con Valverde y Bellingham como piezas inmutables y varianza en el resto de compañía. Tchouameni partirá con ventaja respecto a Camavinga si es el 4-3-3, para dar cobijo al tridente Vinicius-Mbappé-Rodrygo, el esquema elegido. Ahí es Jude el que se encargaría de la tarea más organizativa. Al igual que en un potencial 4-4-2 con la pareja francesa en el doble pivote. El futbolista con más pie, el encargado de conectar líneas, sería Bellingham. Tanto el club como Kroos lo entienden así.
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