Teatro: Ya lo sabía, una historia de bullyng escolar y varias cuestiones de fondo

Después de dos décadas, Morales, interpretado por Ignacio Monná, y Torres, papel de Santiago Caamaño, comparten habitación durante un fin de semana de reencuentro con todo el curso del colegio religioso donde asistieron en su adolescencia. El cura, rector del instituto educativo, se jubila y por eso se convocó al agasajo a los ex alumnos.

Así empieza Ya lo sabía, una muy recomendable obra teatral, con una excelente interpretación de ambos actores y un relato que va desentrañando un dura historia del pasado. Morales era objeto de bullyng y considerado un raro, un freak, Torres era un chico popular y destacado jugador de fútbol en los recreos.

En este reencuentro, el acoso escolar sufrido por Torres asoma como tema principal. Con crudeza, salpicada por algunos giros humorísticos e irónicos. Y varios tema satélites salen a flote: la soledad, la autoestima, el perdón, la venganza, la identidad, la homosexualidad, el sexo, la seducción, la curiosidad por lo prohibido, la manipulación, la mentira y la relación con los padres.

En las charlas mantenidas entre los ex compañeros de clase van soltándose confesiones, miedos, resentimientos, rencores y dolores de aquel pasado frustrante para Molina y feliz (¿sólo en apariencia?) para Torres. La implicación de otro compañero, que es nombrado pero no aparece físicamente, también tiene una importante influencia.

Finalizada la obra, que se presenta todos los sábados a las 21.30 en Andamio 90 (Paraná 660, CABA), Santiago Bocha Caamaño respondió a la entrevista de IAM Noticias. El actor, de 42 años, que le puso fin a su carrera de futbolista por una lesión y casi de casualidad se introdujo en el mundo artístico lleva una fructífero recorrido en teatro, cine, televisión y publicidades. Es la pareja de Nazarena Vélez, quien es la productora de la obra junto a Lucas Rodríguez.

“Ya lo sabía es una obra de un autor catalán, sobre un conflicto que habla sobre el bullyng y la homofobia, entre otras cosas como por ejemplo los sueños frustrados y la venganza. Para mí es una obra que está superbien escrita. Pablo Gorlero se encargó de la adaptación y dirección. Venimos de ganar el Premio Carlos, en Villa Carlos Paz, a la mejor comedia dramática este último verano”, cuenta.

Caamaño llegó hasta la Tercera División de Talleres de Remedios de Escalada, tras jugar en inferiores de Dock Sud y El Porvenir, pero una lesión le cortó su carrera. Mientras analizaba su futuro con algo de incertidumbre, acompañó a un familiar a un casting y terminaron ofreciéndole hacerlo a él también. Lo aceptaron y tanto le gustó que luego hizo cursos con Julio Chávez y Agustín Alezzo, entre otros.

Resalta que: “Es un tema duro y fuerte, pero creo que está bien contado. Como dije está bien escrito. Es una obra que está buena para la reflexión, que deja un mensaje muy vertical a la sociedad. Y está bueno hablar de esto. Es una obra autorreferencial, ya que al autor que la escribió, Jordi Cadellans, le pasó en persona todo esto”.

Sobre su colega de trabajo, Ignacio Monná, Caamano señaló que “no lo conocía personalmente, nos encontramos en este espectáculo e hicimos un equipo bárbaro y nos hicimos amigos. Trabajar con él es un placer. Trabajo con un compañero que lo deja todo, está en la misma sintonía y es una muy buena persona. Es lo que yo quería para hacer este viaje”.

Señala que “las respuestas son excelentes, tanto las críticas que salen en los medios, como la gente que se va recontenta del teatro. El público se emociona, se ríe, pasa por todos los estados, como una montaña rusa de emociones, y todo lo que piensan que va a pasar en la obra termina yendo para otro lado. Yo creo que la gente la pasa muy bien, al menos todos los que me mandan mensajes por la redes o los que esperan para saludarme se van felices”.

Ya lo sabía se asocia con el popular tema de Miranda, que suena durante una parte de la obra. Explica Caamaño que “había que buscar un título porque en España se hizo con un nombre en inglés, Here comes your man, y acá queríamos que sea en español. Ya lo sabia nos pareció un buen nombre y que nos acompañase la música de Miranda era espectacular. Fue la frutilla del postre”.

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