El portero italiano es, con una diferencia abismal (ha evitado 15,46 goles), el mejor portero de la Ligue 1. Sin embargo, en Champions ha dejado dudas. La eliminatoria contra el Dortmund será otra prueba de fuego para el italiano.
Gianluigi Donnarumma está viviendo una doble vida esta temporada en el PSG. Por una parte, en la Ligue 1 está siendo un cerrojo para el equipo de Luis Enrique. Sin embargo, en la Champions League es otra historia. El portero italiano sufre en la máxima competición continental, achacando una presión que no se le debería presuponer a un jugador de su amplísima experiencia (más de 350 partidos desde que debutó en una portería tan exigente como la del Milan). Una diferencia que podrían pagar cara en París.
Sin ir más lejos, este miércoles ante el Lorient dejó varias paradas de mérito para certificar un triunfo que deja en bandeja el título de liga (se espera que este fin de semana lo logre de forma matemática). Pero este es un rendimiento que ha ido mostrando en los veinticuatro partidos anteriores que ha jugado en Ligue 1. No solo es el portero menos goleado de la liga, algo esperable dado que juega en el mejor equipo de la competición, sino que también es el jugador que más goles ha evitado (15,46) a una distancia sideral del segundo (Samba, con 8,03). Este dato, unido a ser el séptimo en paradas de la liga, señala que las paradas que ha hecho han sido de mucho mérito, con un xG muy alto.
Pero cuando juega en la competición de la UEFA, la historia es bien distinta. De ese impresionante 15,46 (1º) de la Ligue 1 baja hasta un discreto 2,67 (6º) en la Champions League. Si en Francia sale a 4 paradas por partido, en Europa su registro desciende hasta un 3,3. También llama la atención que haya recibido cuatro goles desde fuera del área (ningún portero que haya alcanzado los cuartos de final ha encajado tantos) y tres de cabeza (a pesar de su 1,96 metros de altura). En su primera temporada en la Champions con el PSG, recibía un gol cada 75 minutos; en la segunda, cada 72; y en esta tercera, cada 69. Una falta de seguridad que denotó en la eliminatoria frente al Barcelona.
Con una defensa que dio la talla frente a los azulgranas, un centro del campo que ha encontrado en Vitinha a un jugador de equipo campeón y una delantera Barcola-Mbappé-Dembélé que mete miedo, la portería es la línea del equipo de Luis Enrique que más dudas levanta entre la afición parisina. La semifinal frente al Borussia Dortmund será una prueba de fuego para un futbolista que en el PSG necesitan para poder soñar con levantar la ansiada Orejona.
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