Con los potenciales añadidos de Mbappé y Davies, el Madrid aglutinaría un equipo titular milmillonario, con tres de los cuatros jugadores más valiosos del mundo: Kylian, Bellingham y Vinicius.
Se avecina la fumata blanca. Doble, en el mejor de los casos. A uno lo dan por perdido en París. A otro en Múnich. Al Khelaïfi reconoció a su círculo de confianza que “Mbappé lo tiene hecho al 100% con el Madrid”. Sobran las palabras. Max Eberl, nuevo director deportivo del Bayern, asumía que era una quimera “perder a un jugador gratis”. Ese jugador es Alphonso Davies y en Chamartín ya tienen apalabrado al lateral canadiense. Falta el apretón de manos con el Bayern, pero hay optimismo. Dos guindas para un equipo galáctico y de Galácticos. Una plantilla que ha logrado brillar en transición, en mercados marcados por la carestía. Una estrategia de mercado concienzuda, buscando la pieza correcta, la oportunidad y no la precipitación, que ahora resulta, o lo hará si no hay volantazos fuera de la hoja de ruta, en un once milmillonario. Ancelotti está en disposición de manejar un equipo titular con un valor de mercado, con Transfermarkt como baremo, de 1.002 millones de euros.
Como entrante, un dragón de tres cabezas. Tres de los cuatro futbolistas más costosos del planeta: Bellingham, Mbappé y Vinicius. 180 millones de euros para el inglés y el francés, 150 para el brasileño (el otro es Haaland, que completa el trío de los 180, eternamente en el radar blanco). Un once que se permitiría dejar fuera, sobre el papel, a Rodrygo y su tasación de 100 millones. El 13º futbolista más valioso del mundo como jugador número 12. La mejor explicación de la dimensión de la plantilla que invitará, búsqueda de encajes tácticos y personales aparte, a la hipérbole.
Porque la pizarra más plausible es con Vini y Kylian como artilleros, Jude de verso libre y Valverde (100 millones de euros), Camavinga (90) y Tchouameni (90) llenando de pulmones el centro del campo. Kroos seguirá (muy posiblemente) estirando un chicle más eterno de lo que él mismo pensaba, pero el cambio de guardia definitivo apunta en dirección de lo anterior. Ya sea escorándose Bellingham a la izquierda y el Halcón haciendo lo propio con la derecha o buscando más el rombo que germinó en verano. Sea como fuere, un ataque de 330 millones y una sala de máquinas de 460…
En defensa, 177 millones de euros repartidos en Carvajal (12), Militao (70), Rüdiger (25) y el citado Davies (70). Una línea donde el plan renove necesita dos retoques más una vez aterrice oficialmente el tres del Bayern. Pero no será este verano cuando se plantee el asalto al lateral derecho y al centro de la zaga. Gustan para el carril del dos jugadores jóvenes del perfil de Yan Couto y en el horizonte, para 2026, aparece Achraf, pero eso es conversación para veranos venideros. Como la carpeta del central. Volverá Rafa Marín y punto final a 2024. Mientras que a Courtois (35 millones de euros) le queda gasolina en el tanque a sus 31 años. Se marcho siendo, para muchos, el mejor portero del planeta y la rotura del cruzado no le cambia la etiqueta en el Real Madrid.
Un ‘beneficio’ de 577 millones
Un contexto que ha cincelado estrellas a partir de fichajes quirúrgicos, prácticamente sin derrapes. Sólo Rüdiger y Alaba (otro potencial suplente de lujo tras el año imponente de Rambo) llegaron como veteranos y a coste cero. Tibu fue un gasto idéntico a la tasación actual (35 millones) y los dividendos deportivos dejaron en irrisoria la cantidad hace tiempo. Militao también ha enterrado la etiqueta del central de los 50 millones. Carvajal es producto de cantera y el desembolso fue de 1,5 millones, al recomprarle al Leverkusen por 6,5 millones al canterano que marchó por cinco. Mientras que el precio límite marcado internamente para Davies es de 50 millones.
Oportunidad de mercado el canadiense, a un año de cumplir contrato, como lo fue Camavinga (llegó por 30) y Bellingham (por 103). Por Tchouameni sí hubo que rascar el bolsillo, pero los 80 kilosingresados en las cuentas del Monaco ya son inferiores a su tasación actual. Una diferencia que multiplica Valverde exponencialmente, fichado a los 18 años por apenas cinco millones de euros…
Incorporación made in Juni Calafat, como lo fueron Vinicius (45 millones) y Rodrygo (40 y tan titular como los titulares), también aterrizados, aunque cerrados previamente, al cumplir la mayoría de edad como marca el reglamento. Y el broche, el fichaje interminable, Mbappé. Primas y comisiones titánicas aparte (entran en juego en toda operación), llegará con la libertad bajo el brazo. Un desembolso potencial de 424,4 millones de euros para un plantilla tasada en 1.002. 577 millones de ‘beneficio’ que ilustran el éxito del Madrid en los despachos.
AS