El Atlético sabe el partido de Champions del día 13 ante el Inter puede salvar la temporada. En LaLiga el único objetivo es acabar entre los cuatro primeros. Caer sería otra desilusión.
El Atlético no estará en la final de Copa y el choque del día 13 de marzo ante el Inter se avecina como el reto más significativo para una plantilla que no está respondiendo a las expectativas creadas. Había mucha ilusión entre cuerpo técnico, jugadores y aficionados por disputar una final de Copa del Rey once años después, pero tendrá que esperar. Y el choque ante el conjunto italiano aparece como el salvavidas de una temporada bastante agridulce.
El Atlético ha dicho adiós a LaLiga muy pronto, demasiado pronto. El equipo de Simeone está a treces puntos del líder, un Real Madrid muy sólido durante todo el campeonato. Pero, además, los rojiblancos tienen por delante a Girona y Barcelona. El objetivo rojiblanco es ahora mismo asegurar el cuarto puesto y entrar en la próxima Champions. Los del Cholo, ahora mismo cuartos, aventajan en tres puntos al Athletic. El reto es acabar, como mínimo, entre los cuatro primeros. Es lo que le piden los dirigentes a Simeone año tras año.
En la Supercopa el Atlético dio la cara y perdió en la prórroga ante el Real Madrid. Y el equipo madrileño ha realizado una buena Copa, empañada por la eliminatoria ante el Athletic. Empañada por el mal partido en Bilbao. Un Atlético irreconocible, aunque los errores cometidos en Bilbao han sido los mismos que ha cometido durante toda la temporada, sobre todo fuera de casa: con una fragilidad defensiva desconocida y una falta de acierto alarmante en ataque.
Simeone suele decir que quien gana los duelos gana los partidos. Y en Bilbao los duelos los ganaron los jugadores del Athletic. ¿Y ahora qué? Es la gran pregunta que se hacen todos los aficionados. Espera el Inter. Espera una de esas grandes noches de Champions, con un Cívitas Metropolitano lleno hasta la bandera. Espera uno de los mejores equipos de Europa y el Atlético tiene que dar el do de pecho. En Milán compitió, rindió bien, perdió, pero dio la cara.
Caer ante el Inter supondría tener un final de temporada muy anodino, con el único objetivo de acabar de forma digna en el campeonato liguero. Lo dicho, acabar entre los cuatro primeros, muy poca cosa para una plantilla confeccionada para retos mayores. Ganar al Inter supondría, por contra, seguir con vida en Champions, mantener la esperanza entre una hinchada que ha estado muy por encima del equipo. La Champions es lo único que motiva ahora a una afición desencantada con el equipo.
AS