Verstappen sale desde la pole en el primer gran premio de la temporada. Sainz es cuarto y Alonso, sexto. El podio es posible, pero el RB20 preocupa por su nula degradación.
Solo hay un problema: el aparente punto fuerte del RB20 que pilota Verstappen es su nula degradación de neumáticos, así que el flanco débil para atacar al Red Bull era la clasificación. Y el campeón sale este sábado (18:00 hora local; 16:00 CET en Dazn F1) desde la pole en el GP de Bahréin. Hay poco que hacer para evitar la primera victoria del neerlandés en 2024. Y es una lástima, porque la igualdad entre Ferrari, Mercedes, Aston Martin y McLaren parece máxima si se comparan los tiempos en los entrenamientos libres del fin de semana, incluso en los test de pretemporada. Tanto a una vuelta como en tandas largas, los cuatro fabricantes empiezan separados por escasas décimas. Red Bull sí tiene un colchón.
Sainz, que sale cuarto con el podio a tiro (si el plan de carrera no se tuerce en Ferrari, porque Leclerc parte segundo), reconocía a AS que la degradación del RB20 minimiza las capacidades del resto: “La degradación de Ferrari mejora, pero buena es la de Red Bull. La nuestra es mejorada. Hay que ver la de Mercedes, Aston Martin y McLaren que son los coches con los que lucharemos en la carrera. Checo sale con ruedas nuevas por la parte limpia, va a ser muy difícil mantenerle detrás. Nuestra carrera estará ahí con George (Russell), con Checo (Pérez) si le aguantamos, con los Mercedes, McLaren y Fernando (Alonso)”.
No ayuda tampoco que tanto Verstappen como Pérez se ahorraran un juego de neumáticos blandos para empezar con ‘nuevos’ la carrera. Checo parte quinto, si la degradación marca la diferencia y el pelotón se estira, será un serio candidato al podio. De entre los rivales más cercanos a Max, Leclerc (2º) se ve “bastante mejor con neumáticos usados” en comparación al SF-23; aunque Russell (3º) puntualiza que “el Mercedes está un poco por detrás en clasificación, pero probablemente tiene el mejor ritmo después de Red Bull”. A favor de ambos, un cambio en las reglas para ponerle las cosas un poco más difíciles al campeón: el DRS se abre a partir del primer paso por meta, así que el RB20 tendrá que tirar fuerte si quiere evitar que su perseguidor abra el alerón trasero desde la segunda vuelta.
Verstappen, por su parte, despeja el favoritismo evidente: “Tenemos un buen coche de carreras, pero las diferencias son pequeñas y los detalles cuentan. Creo que está más apretado que el año pasado porque hasta la clasificación no he tenido buenas sensaciones”. Todo en un fin de semana rocambolesco, complicado en el garaje de Red Bull, hasta que el coche sale a pista.
Alonso está en la pelea
Se contaba con Ferrari y Mercedes, y se cuenta con los McLaren. La sorpresa es que el discreto Aston Martin de los test se mostrase tan competitivo en manos de Alonso (6º en parrilla) en este primer gran premio, no solo en la clasificación. Una sorpresa incluso para el propio Fernando: “En la Q1 ya esperábamos ser claramente el quinto o sexto equipo por detrás de los cuatro grandes, McLaren Ferrari, Red Bull y Mercedes. Estar con ellos es un poco sorprendente, en la misma décima”. “Cada pequeño cambio que hacíamos en el coche, por muy pequeño que fuese, hacía exactamente lo que esperábamos. Es una muy buena señal”, dice el asturiano sobre un AMR24 reactivo a las alteraciones en el set-up, algo que no sucedió en los test.
El objetivo del equipo británico no es tanto firmar un gran arranque como el de 2023 (seis podios de Alonso en los primeros siete GP) como plantar cara en la carrera de evoluciones. “Este año hemos cambiado completamente la filosofía de diseño y evoluciones, empezamos con una buena base pero lo que importa es ser un equipo ‘top’ en cuanto a las evoluciones y la rapidez de desarrollo”, puntualiza Fernando. Ya han demostrado una vez (quizás dos) que pueden hacer un gran coche en invierno, pero para 2024 se proponen sostener un ritmo agresivo de evoluciones. Por eso es una buena noticia que el Aston no se desenganche de la zona noble. De hecho, está hoy más cerca de la pole (0.363) que hace un año en el mismo circuito (0.628). La segunda gran sorpresa sería que Alonso tampoco se desenganchara de la lucha por el podio.
AS