Indignación general de los jugadores tras el bochorno vivido en Mestalla. “Si llega a suceder al contrario”, razonan desde dentro, “el equipo habría tenido que ser rescatado y escoltado hasta el aeropuerto…”.
Los jugadores del Real Madrid seguían lamiéndose las heridas en el entrenamiento de este domingo, después de cosechar el segundo empate en los últimos tres partidos de Liga y, en este ante el Valencia, de hacerlo de una manera tan “insólita”, después de marcar en la última jugada del partido y que fuera invalidado. Ese gol de Bellingham fue declarado no válido por Gil Manzano, que había pitado, “de manera incomprensible” para el club, cuando la jugada ya estaba en curso. “En estado de shock”, es la frase con la que definen fuentes del propio Madrid el estado de ánimo de la plantilla, dentro del vestuario, en ese día después, tras lo sucedido en Mestalla.
En primer lugar, el altavoz del club que representa Real Madrid Televisión sacó los tanques a la calle para definir lo sucedido. “Hazmerreír, bochorno, atraco, insólito o inédito”, fueron algunos de los adjetivos con los que se definieron la actuación de Gil Manzano en los últimos segundo del encuentro en Valencia. En segundo término, desde las altas esferas del club se deslizó el razonamiento del temor que existe, por los arbitrajes sufridos en los últimos partidos, a que haya un intento de “volver a meter al Barça en la pelea por el título” y la preocupación de que las declaraciones de Laporta y Xavi, aludiendo a que LaLiga está adulterada, hayan surtido efecto. Finalmente y según ha podido saber AS, en el vestuario hay una sensación de “indefensión” total frente a unos arbitrajes que se están entendiendo como irregulares. De ahí el “estado de shock”. “Si llega a suceder al contrario”, razonan desde dentro del propio vestuario, “el equipo habría tenido que ser rescatado y escoltado hasta el aeropuerto…”.
Los jugadores entienden que el agravio ha sido doble. Por un lado, que Gil Manzano les privó de dos puntos, pero también de la posibilidad de tener a Bellingham para los dos próximos partidos, ante Celta y Osasuna, en esta fase tan vital de la temporada. El inglés fue expulsado por roja directa. Como es lógico, el Madrid ya está tramitando el recurso.
Entienden en el vestuario del Real Madrid que es la última gota que ha hecho rebosar el vaso después de varias actuaciones irregulares sufridas en los últimos partidos. Todo empezó contra el Atlético. Sánchez Martínez dejó sin señalar tres penaltis a favor del equipo de Ancelotti (uno de Saúl a Lucas Vázquez y dos –uno de Savic y otro de Llorente– a Bellingham) y desde el VAR Prieto Iglesias no requirió al árbitro de campo que acudiera a ver en el monitor ninguna de las tres jugadas. Luego, contra el Rayo, Carvajal fue expulsado de manera muy rigurosa y se señaló un penalti por mano de Camavinga que a Koundé, en una jugada muy parecida, se le pasó por alto la jornada siguiente en el Barça-Getafe, todavía con 0-0. Ante el Sevilla, aunque se ganó, se le anuló un gol a Joselu por una falta previa muy discutible de Nacho a En Nesyri. Y, por último, el escándalo de Mestalla… Ahora, los jugadores del Real Madrid intentan desprenderse de este sentimiento de indignación para afrontar la vuelta de la Champions.