El argentino regresa a los entrenamientos y ofrece a Quique más argumentos para su ataque en las próximas citas. Jugó 43 minutos en las últimas 19 jornadas.
43 minutos en los últimos 19 partidos de Liga. Es la preocupante cifra que corresponde al tiempo jugado por Erik Lamela en esta Liga con el Sevilla. El argentino volvió a los entrenamientos con su enésimo intento por tomar de nuevo un rol de importancia en el proyecto de Quique Sánchez Flores. Nunca es tarde para volver a mostrar ese rendimiento que convenció a muchos por momentos, sobre todo cuando aterrizó en Nervión o también cuando fue parte importante del bloque de José Luis Mendilibar que conquistó hace sólo unos meses la séptima Europa League para los nervionenses.
Erik Lamela se ejercita con normalidad junto al equipo tras haber estado varias semanas fuera. No tiene minutos desde el triunfo liguero ante el Atlético de Madrid, a partir del cual tuvo que afrontar un nuevo periodo de ausencia por unas dolencia en la espalda. Quique siempre destacó las prestaciones del atacante, que es capaz de ser un complemento de alto nivel en muchas de las posiciones ofensivas de su sistema. El argentino refleja la garra que demanda su técnico y siempre encontró momentos de brillo cuando tuvo minutos sobre el césped.
Lamela también fue uno de los revulsivos que usó Quique Sánchez Flores en su última cita de Copa ante el Atlético de Madrid y que motivó un penalti favorable a los nervionenses antes de que el VAR dictaminara lo contrario y el equipo sevillista se despidiera de la competición. Se abre ahora un nuevo punto de partida para Lamela, que quiere recuperar el tiempo perdido y tener tiempo de juego en este tramo final de Liga.
Precisamente Lamela cierra su contrato con el Sevilla el próximo mes de junio, por lo que este final de curso supone también su puesta en liza en el escaparate al tener muy complicado una continuidad en Nervión. El jugador es uno de los salarios más altos del actual plantel sevillista y el club no mostró, de momento, ninguna intención de alargar en el tiempo ese contrato.
As