El malagueño está cerrando los trámites que le permitan poder ir convocado con Los Leones del Atlas. Aunque aún quedan algunos flecos por resolver y no quiere cerrar ninguna puerta.
El deseo de Marruecos por alistar a Brahim en los Leones del Atlas no es novedad. Hace mucho que tanto la Federación marroquí como su seleccionador, Walid Regragui, trabajan por convencer al madridista. Entre bambalinas y también públicamente. Desde el país norteafricano, además, no han parado de surgir informaciones acerca de la decisión del futbolista, enfundándole la elástica de los semifinalistas del último Mundial. Se barruntó incluso que existía la posibilidad de ir a la pasada Copa de África. Algo imposible, pues Brahim no poseía la nacionalidad marroquí. Ahora ese deseo está mucho más cerca. El malagueño está cerrando los trámites. Pero quedan detalles y no significa que dé la espalda a España.
Es un debate que lleva tiempo avivándose y que ocupaba-y ocupa- la mente del futbolista. Brahim, en caso de decidirse necesitaba sellar unos trámites burocráticos que vienen marcados por parentesco de segunda generación. De madre malagueña, su abuela paterna sí es marroquí, aunque Sufiel, padre del madridista, nació en Melilla. Está siendo un proceso largo, pendiente de pormenores administrativos sin los cuales no puede cristalizar la doble nacionalidad. Ahora se está cerrando el expediente y la posibilidad de que pueda acudir a la llamada de la selección norteafricana es más cercana.
Cabeza de cartel
Siempre ha esperado a España y ahora Luis de la Fuente cuenta con él para la próxima lista, para el parón de marzo (la Roja juega ante Colombia, el 22 de marzo, y frente a Brasil, el 26 de marzo). Aunque ese interés no lo ha recibido de manera personal el atacante a través de una llamada del seleccionador. Sin embargo, desde Marruecos han presentado un proyecto muy seductor, con Brahim como cabeza de cartel. Prácticamente cuestión de Estado, el cariño que siempre le ha trasladado tanto Regragui como la federación marroquí y diferentes estamentos han resultado cruciales para mantener viva esa posibilidad.
Eso sí, en este tramo final debe tomar la decisión. Al contrario de lo que ocurre con países sudamericanos y Portugal, la doble nacionalidad hispanomarroquí no existe en términos legales. Abrazar el pasaporte de un país implica la renuncia al contrario. Aunque en su caso concurre el ‘milagro’. Brahim es español por ser nacido de madre española (art. 17.1a del Código Civil español) y puede ser marroquí por ser nacido de padre de ascendencia marroquí (art. 6 Decreto Real 01/07/80 de 3 de rabi’ I de 1428/23 de marzo de 2007). Es tan español como el nacido de padre y madre españoles, con la circunstancia añadida de que nació en España. Aunque vistiese la roja de los Leones del Atlas.
Con De la Fuente había sido importante en categorías inferiores. Sin ir más lejos, con el técnico riojano se produjo su debut con la Absoluta. Con asterisco, en un encuentro disputado por la Sub-21 ante Lituania para sustituir a los mayores por el positivo en Covid-19 de Sergio Busquets. Por ello, cuando se consumaba el relevo y era De la Fuente el elegido para sustituir a Luis Enrique, Brahim miró con optimismo a su futuro internacional. Pero a la hora de al verdad, su nombre no aparecía entre los elegidos.
Ni como una de las estrellas del Milan ni ya como futbolista del Real Madrid. Más comprensibles estas últimos, aún no había explotado a las órdenes de Ancelotti, pero dolorosa la ausencia en la Nations League tras dos temporadas en San Siro con el 10 a la espalda y siendo clave en la conquista del Scudetto y la clasificación para semifinales de Champions con los rossoneri. Aunque en el horizonte aparecía el citado parón de marzo, Brahim ha querido acelerar también la posibilidad de Marruecos para no cerrarse ninguna puerta.
AS