El diario detalla el procedimiento previo al juicio sobre el exentrenador del PSG, al que se le acusa de racismo y discriminación por etnia y raza.
Meses después de su despido del PSG y su fichaje por el Al Duhail, de Qatar, Christophe Galtier será juzgado, el próximo 15 de diciembre, por “acoso y discriminación por motivos de pertenencia o no pertenencia, real o supuesta, a una determinada etnia, nación, supuesta raza o religión” durante su etapa en el Niza en la temporada 2021-2022. El diario L’Équipe, en su versión de este martes, ha detallado el procedimiento, con testimonios de jugadores y trabajadores del conjunto nizardo, que le han proferido muy serias acusaciones.
Todo comenzó la temporada pasada, cuando RMC Sport y el periodista Romain Molina detallaron un correo de Julien Fournier, exdirector deportivo del Niza, que inculpaba al entrenador marsellés de haberse quejado de la cantidad de musulmanes que tenía en el equipo. Según Fournier, Galtier, en palabras de su hijo, estaba molesto con el número de musulmanes que había en la plantilla.
El escándalo salió a la luz y se iniciaron las pesquisas correspondientes, imputando al exentrenador del PSG de un delito de discriminación. Aunque Galtier lo negó con rotundidad, y lo niega ahora, los testimonios que revela L’Équipe podrían acarrearle una pena de tres años de cárcel, además de una indemnización de 45.000 euros. Según Fréderic Goria, ayudante del técnico en Niza, este se habría quejado del fichaje del argelino Bilal Brahimi en enero de 2022. “Otro musulmán, no quiero más, ya tenemos bastantes”, habría supuestamente dicho el actual entrenador del Al Duhail.
Goria, a su vez, aseguró que Galtier, refiriéndose a Atal y Boudaoui, jugadores argelinos del Niza, les habría tildado de “ser los peores”, porque, para él, “ los argelinos son los más extremistas. Durante el procedimiento judicial, al que ha tenido acceso L’Équipe, se relata una incriminación muy grave contra Galtier. Según Hachim Ali Mbaé, miembro de su staff en Niza, Galtier habría proferido el insulto racista “King Kong” para referirse a dos jugadores del Saint-Étienne, Mickaël Nadé y Harold Moukoudi, durante un partido del conjunto de la costa azul en la temporada 2021-2022.
Mbaé, a su vez, informó a las autoridades, durante sus pesquisas, que el entonces entrenador del Niza habría, supuestamente, rechazado el fichaje de Islam Slimani, delantero argelino. Las razones que esgrimió el técnico francés fueron que su participación en la Copa de África de 2022 condicionaban la temporada del club y que el ramadán, el tiempo en el que los musulmanes ayunan, menguaría su rendimiento. Todibo, exjugador del Barcelona y actualmente en el equipo francés, asegura que Galtier les forzó a romper el ayuno durante el ramadán, testimonios ratificados por otros dos futbolistas musulmanes, Hicham Boudaoui y Teddy Boulhendi. Pablo Rosario, centrocampista, testificó ante la policía que se sentía discriminado, lo que le llevó a interrumpir el ayuno.
L’Équipe, finalmente, informa de que el único rastro sobre todas las acusaciones que se han proferido a Galtier es un correo electrónico que envió a Fournier, director deportivo del Niza, en la que le notificaba que Bilal Brahimi no entraba en una convocatoria, para medirse al Rennes, a lo que Fournier le respondió: “Espero que no haya sido desconvocado por el tema del Ramadán”. Galtier, después, le alegó que “no había tenido ningún problema con un jugador religioso” y puso el ejemplo de la Ligue 1 que cosechó con el Lille en 2021, en la que había, entre otros, jugadores turcos musulmanes, como Burak Yilmaz, que le defendió incondicionalmente en las redes sociales cuando estalló el escándalo.
La audiencia, que se desarrollará el 15 de diciembre, pone a Galtier en un compromiso, pero tanto él como su entorno niegan con rotundidad a los medios de comunicación los hechos por los que se le imputan y ratifican su compromiso con la igualdad de valores con los que ha desarrollado su carrera deportiva. El entrenador francés, de 57 años, ya ha defendido en reiteradas ocasiones su inocencia y espera hacerlo en un juicio que tendrá una cobertura de alcance nacional en Francia.
AS