Caída en casa frente a los Grizzlies de Aldama, que volvió a destacar. Luka Doncic causó baja al haber sido padre de una niña unas horas antes.
No hubo regalo de bienvenida para la pequeña Gabriela. Los Grizzlies pasaron por el American Airlines Center para aprovechar las circunstancias, como lo era el nacimiento de la primera hija de Luka Doncic. La megaestrella eslovena fue padre unas horas antes de este partido junto a su prometida, AnaMaria Goltes, y causó baja. No fue la única, ya que tampoco estaban Tim Hardaway y Danté Exum. Y el resultado fue desfavorable. Las ganas de agradar, no sólo a Doncic sino al resto de espectadores, de los maestros a los que les tocó torear no se tradujeron en lo que se esperaba.
Los Grizzlies se impusieron y enlazan ganados, contando con la de los Jazz, por primera vez esta temporada. Sólo han obtenido cinco triunfos. En este comienzo tortuosos no les queda más que no fallar en situaciones tan claras como éstas, con el oponente en cuadro aunque ellos estén sufriendo las bajas como los que más. El español Santi Aldama (17+12) volvió a ser de los destacados.
Este enfrentamiento en tierras texanas acabó 94-108. Desmond Bane, con 30 puntos en 34 minutos, fue el máximo anotador del mismo. De las cinco victorias de los de Taylor Jenkins cuatro han sido fuera de Memphis.
Los Mavericks no tuvieron el acierto necesario en el último cuarto, en plena remontada tras volver con fuerza del descanso. Se quedaron sin gasolina, la que probablemente podían aportar los tres jugadores antes mencionados. No ayudó que el ritmo fuera impuesto por los visitantes, que minaron la productividad de Kyrie Irving, ni el acierto de éstos (33/56) al interior del perímetro.
Un desconcierto en ambos lados, por otra parte. Este Dallas-Memphis no fue tan melodioso como la canción de Quique González. Si en los Mavs tocó rehacer la rotación para dar cobertura a los que faltaban, en los Grizzlies simplemente ésa es la estrategia que permanece. El cuerpo técnico no hace más que probaturas para ajustar lo que les sale mal. Gilyard o Konchar quedaron relegados en esta ocasión y Jaylen Nowell y Vince Williams supusieron un acierto para dar relevo a un renacido Rose o a Bane. En esas aguas, entre bajamar y pleamar, se está moviendo este conjunto.
Desmond Bane tuvo un primer intento de escapada con cinco puntos en cinco segundos. Como se lee. Gancho más triple. Pero el fluido base-escolta no fue el protagonista de la primera buena ventaja de los Grizzlies. Fue Nowell, que está bajo un contrato de 10 días del que ya se ha ganado una prórroga. El acordeón del marcador se estiró gracias a ello, los Mavs volvieron y de nuevo se creó una diferencia, ahí si con buena aportación de Bane, para definitivamente romper el partido. Hasta un triple de Grant Williams sobre la bocina del segundo cuarto parecía lluvia en el desierto y eso que era para rebajar la desventaja a -15. En la segunda mitad los Mavs redujeron hasta el -6 en dos ocasiones; en la primera, chafada por la movilidad exterior de Aldama; en la segunda, parada por cinco puntos de Nowell. En los dos bandos hubo estrellas sin brillo: ¿qué fue peor, el 3/15 de un Irving que sólo anotó cuando se abrieron los espacios por él o que Jackson hiciera más faltas (5) que puntos metió (4)? Luka Doncic, por si alguno lo dudaba, se nota.