Primera victoria del conjunto hispalense con Diego Alonso al mando ante un heroico Quintanar que luchó hasta el final.
La magia de la Copa por fin llegó a tierras manchegas en una tarde repleta de ilusión en un Alfonso Viller arrebatado. No fueron molinos, pero sí gigantes. El Sevilla encarriló el partido a base de pegada. Los manchegos como dice su himno murieron por su Quintanar. La tarde fue de fiesta en Quintanar con un equipo que dio la vuelta al ruedo para agradecer el apoyo del pueblo durante toda la semana.
El Quintanar se mantuvo vivo hasta los primeros minutos ante un Sevilla que tenía la posesión sin demasiado peligro. Con el paso de los minutos los hispalenses hicieron mucho daño por el costado de Juanlu y Lamela. Por este carril vino el centro de Lamela, la dejada de Oliver y el testarazo de Rafa Mir.
Reaccionó el equipo manchego sacando la casta y merodeó el gol con un gran remate de Christian con Nyland que ya la veía pasar y un lanzamiento envenenado desde la esquina de Ángel Luis que hubiese hecho caer al Alfonso Viller. Sin embargo, el Sevilla fue dilapidario a la contra. Se volcó el Quintanar y En Nesyri no desaprovechó el cuatro para dos del Sevilla con un tiro ajustado desde la frontal.
El Sevilla jugó con el freno echado en el segundo tiempo para dejar oportunidades a los chavales y a hombres como Gattoni y Januzaj que apenas han tenido minutos en la temporada. Los hispalenses dejaron alguna intentona a los manchegos con un remate mordido de Alan que hizo cambiar la temperatura de la afición ante la magia de encontrar el gol. El Sevilla avanzó hacia la siguiente ronda con un golazo de Pedrosa con su pierna menos buena en el descuento.
El Sevilla consigue con Diego Alonso un primer triunfo necesario tras los empates ante Real Madrid y Cádiz. Quintanar guardará este 1 de noviembre para siempre.