Reinier Jesus Carvalho (Brasilia, 2002) llegó al Madrid en 2020 a cambio de 30M€, pero sus cesiones en Dortmund y Girona no salieron bien. Ahora, en pleno renacimiento en el Frosinone.
Reinier Jesus Carvalho (Brasilia, 2002) firmó por el Madrid en 2020 desde el Flamengo con la promesa de seguir la estela de Vinicius y Rodrygo. La pandemia frenó su paso por el Castilla y ahí empezaron años sin fruto en Dortmund y Girona. El pasado verano apuró sus opciones y terminó en el Frosinone de Di Francesco, donde se vuelve a parecer al jugador por el que el Madrid pagó 30 millones.
Le vemos mejor que nunca.
Es así. Aquí los entrenamientos son duros, pero en la cancha siento confianza. Tengo el apoyo del míster, del club y de la afición. Estoy muy contento.
Ya es un titular intocable. Marca, asiste, juega bien…
Me siento tranquilo, sin presión. El míster me dice que tengo que jugar feliz, con la sonrisa puesta, y en el campo siempre sé lo que tengo que hacer. Estoy mejorando. También estoy estudiando italiano.
Di Francesco dice que ilusiona al equipo con su calidad.
Me ha apoyado desde el primer entrenamiento, devolviéndome una confianza que no sentía desde hacía mucho. Además, me gusta mucho su estilo. Quiere que manejemos la pelota y estemos siempre presionando al rival. Tenemos muchos jóvenes buenísimos y hubo enseguida una conexión muy fuerte en el vestuario.
El míster cae muy bien en Madrid por aquel Roma-Barça, el del gol de Manolas…
Obvio… Ya le conocía por ese partidazo. Y sé lo contentos que se quedaron los madridistas con él (ríe).
¿Cómo acabó en el Frosinone?
Esperamos hasta el final del mercado para tomar la mejor decisión. Mi padre siempre me dijo que Italia era una liga buenísima para mi fútbol y, junto con mi agente, aceptamos.
Rinde de mediapunta. ¿Es su posición favorita?
Me encanta jugar cerca de la portería y manejar la pelota, pero con el míster estoy trabajando en otras facetas del juego, que son prioritarias. Él sabe que con el balón sé moverme bien, pero quiere mi ayuda también en la fase defensiva y siento que estoy creciendo mucho con sus instrucciones.
El club es una pequeña perla. Es de los pocos de Italia con estadio propio, una ciudad deportiva en crecimiento, apuesta por los jóvenes…
Sí, además crea el entorno perfecto para sus futbolistas. Es un contexto diferente: una ciudad pequeña en la que todos están enamorados de su equipo y hay ilusión y apoyo constantes. Estoy centrado solo en el campo, pero eso también lo hice en Dortmund y Girona.
En Girona le perjudicaron las lesiones.
Empecé bien, después de dos partidos comencé a ser titular y marqué un gol. Luego me lesioné y tuve que parar, me faltó continuidad. Una pena, pero son cosas que pueden pasar.
¿Se esperaba ver a sus excompañeros liderando la Liga?
No, pero estoy muy contento por ellos. Tengo muchos amigos allí y espero que sigan viviendo una gran temporada.
En Dortmund, en cambio, nunca le dieron confianza.
Fue una experiencia que me hizo crecer, jugué con grandes futbolistas y trabajé mucho, pero voy a ser sincero: no me gusta hablar de eso. Pasaron cosas con el club que sólo mi familia y yo sabemos.
¿Recuerda el momento en el que le llamó el Real Madrid?
Fue una emoción inolvidable. Estaba con el Flamengo en el Mundialito y esperaba las ofertas de varios equipos, pero no la del Madrid. Cuando mi padre me llamó para avisarme, le dije que no podíamos rechazarlo y me empezaron a doler las tripas por la emoción (ríe). El Madrid siempre fue mi equipo, crecí viendo a Cristiano. No podía creérmelo.
Llega a la capital española y se encuentra con un gigante del madridismo como Raúl.
Me acogió genial, además de ser una leyenda es una gran persona. La pena es que allí, con el Castilla, tuve un buen comienzo, con dos goles y gran confianza, pero también faltó un poco de suerte. Después de tres partidos jugando, apareció la COVID y se suspendió la liga de manera definitiva.
El Real Madrid de hoy es más brasileño que nunca.
Me encanta. Siempre hablo con Rodrygo y con Vini, con el que juego mucho a la Play. Es muy fuerte: tengo partidos buenos, pero me gana la mayoría de las veces (ríe).
¿Le dieron algún consejo?
Vini me dijo que tengo que estar tranquilo, hacer las cosas bien y que así volveré al Madrid pronto. Me apoyan mucho los dos, tenemos una relación especial y se lo agradezco.
¿Estrenarse con el Madrid sigue siendo su objetivo?
Por supuesto. Llevo tres años fuera, pero sigo teniendo en mi mente jugar en el Madrid. Es mi sueño. Creo que mi oportunidad llegará si trabajo bien y estoy centradísimo en el Frosinone.
¿Cómo ve a Endrick?
Es un gran jugador y es de mi ciudad, Brasilia. He visto sus partidos, es buenísimo y me hace ilusión que llegue al Madrid. Hablé varias veces con él desde que salió la noticia y le deseo que sea feliz de blanco.
Usted sabe lo que supone llegar tan joven a un grande.
Aprendí muchísimo de eso, hay que saber gestionar las presiones y las expectativas para poder centrarse bien en el campo, que es lo más importante.
¿Sueña con ir con Brasil?
Defender los colores de mi país, donde siempre fui muy feliz, es uno de mis dos sueños. El otro, como ya dije, es vivir mi debut con el Madrid. Trabajo para cumplir ambos.
AS