Las lesiones dejan, en estos momentos, al Madrid sin su mejor jugador en cada línea: Courtois, Militao, Bellingham y Vinicius. Más Camavinga, Tchouameni…
Cuando el Real Madrid abrochaba el fichaje de Jude Bellingham, la columna vertebral de Ancelotti quedaba más que sellada. “Pasillo de seguridad”, que diría Luis Aragonés. Un jugador por línea como constante inmutable para sostener a un equipo a lo largo de una temporada. Más allá de rotaciones puntuales, un núcleo duro compuesto por un portero de élite, un mariscal en la defensa, un centrocampista de postín y un delantero desequilibrante. En el equipo blanco, a priori, Courtois, Militao, Bellingham y Vinicius. Sólo a priori, porque Ancelotti no ha podido alinear al cuarteto junto en partido oficial. Carletto, en estos momentos, camina sin pasillo de seguridad.
La baja más pasajera es la de Jude Bellingham. Una mala postura al caer ante el Rayo Vallecano, el pasado día 5, le causó una luxación en el hombro. El fulgor del momento le permitió completar el encuentro, pero cuando la zona se enfrió… Ante el Braga, a pesar de formar parte de la convocatoria, no se vistió de corto y, por precaución, se cayó de la lista contra el Valencia. Aún así, el de Stourbridge tuvo que viajar a Inglaterra para que los galenos de la FA le diera ‘su alta’. Un día después de lo esperado, lo hicieron y ya trabaja en Valdebebas para tratar de llegar a tiempo, como así se espera, al encuentro frente al Cádiz del próximo domingo. La importancia del inglés, huelga recordarlo, es capital: 13 goles y tres asistencias en 14 partidos y una colección de MVP’s del partido desde el día uno.
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Como también lo es la del último revés, este supremo: Vinicius. Porque si a Jude se le espera tras el parón, el ‘virus FIFA’ ha multiplicado su virulencia con el brasileño. A los 26 minutos del Colombia-Brasil, Vini se rompió. Ya auguraba el de São Gonçalo que no sería una dolencia baladí tras el partido y así ha sido. Tras las pruebas realizadas en Madrid, el club blanco confirmó una lesión en el bíceps femoral de la pierna izquierda. Dos meses y medio sin el 7, que dice adiós a la Supercopa de España (entre el 10 y el 14 de enero) y se marca el derbi ante el Atleti del 4 de febrero como objetivo. Golpe importante para un Vinicius que se encontraba en un estado de forma alcista tras su doblete al Valencia. Su quinto y sexto gol de la temporada. El séptimo tendrá que esperar.
Mientras que Courtois y Militao fueron los mazazos iniciales. Las sensaciones con la recuperación de ambos son positivas, pero no habrá precipitación. El portero y el defensa se rompieron el ligamento cruzado de la rodilla izquierda apenas separados por dos días. En la previa del duelo ante el Athletic en San Mamés, el belga, en un partidillo, escuchó un fatídico crac. Ya en la Catedral, a los 49 minutos, tras tratar de seguir la marca de Sancet, el brasileño acabó en suelo y salió llorando el estadio bilbaíno. En el mejor de los casos, podrían regresar en el ultimísimo tramo de la temporada.
Bellingham es anecdótico y sólo se ha perdido dos partidos, pero Vinicius lleva cuatro y potencialmente otros nueve, y Courtois y Militao se han quedado (casi) sin campaña. Ancelotti, con el pasillo en ruinas, ha mitigado el golpe -pleno en Champions (ya en 1/8) y a dos puntos del Girona en LaLiga-. Pero ahora vienen curvas y el de Reggiolo tendrá que jugarse el primer título de la temporada, como mucho, con sólo una (Jude) de sus cuatro vértebras principales disponibles…
Columna resquebrajada
Y todo ello, amplificado por el resto de ausencias, que han colocado el cartel de overbooking en la enfermería blanca. Para Ancelotti, hasta su lesión en el metatarsiano, Tchouameni era prácticamente inamovible. Volverá mediado diciembre y Carletto encontró en Camavinga el remedio. ¿El problema? Ha vuelto de manera prematura del parón por una rotura del ligamento lateral externo en su rodilla derecha. Al menos hasta la Supercopa, fuera. Ello deja una sala de máquinas con Kroos como único pivote al uso, sin serlo. Hasta Kepa, el fichaje para paliar la ausencia de Courtois, se lesionó calentando contra el Braga y no volverá hasta final de mes (Nápoles, miércoles 29) o comienzos del siguiente (Granada, 2 de diciembre). Más un Ceballos que no se desembaraza de los problemas físicos, un Güler que anhela un debut que, lesión a lesión (encadena tres), no llega. Ancelotti no sólo tiene a su columna vertebral resquebrajada, sino que el banquillo está cada día más desamparado. De momento, ha logrado torear la situación.
AS