Antes de los Juegos de Tokio, el entonces director deportivo azulgrana, Ramon Planes, llamó a su homólogo en la Federación, Molina, para que liberase al canario. De la Fuente se llevó al futbolista.
En el Barça llueve sobre mojado con la RFEF. Tal vez con más motivo que ahora, y aunque los protagonistas son diferentes, en el club azulgrana todavía duele como la Federación Española de Fútbol le ninguneó en el caso Pedri. Después de una temporada terrible con el Barça, en la que Koeman sólo había podido darle unas mini-vacaciones antes de la última jornada (Eibar), cuando el Barça ya no se jugaba nada, Pedri jugó una Eurocopa tremenda, tres prórrogas incluidas (Croacia, Suiza, Italia). Así que, con casi 70 partidos ya a cuestas, Ramon Planes, entonces director deportivo del Barça, llamó a su homólogo en la FEF, Francisco Molina, para que liberasen al jugador, que tiempo después reconoció internamente que volvió “reventado” de aquella cita. Molina y Luis de la Fuente, entonces seleccionador olímpico, hicieron caso omiso y llevaron al jugador, que también lo jugó todo, prórrogas incluidas.
El Barça se ha encargado de ‘resucitar’ el caso Pedri para incluirlo en la lista de agravios con la RFEF, que también incluye el hecho de que la Federación quisiese ‘fiscalizar’ el estado de Lamine Yamal en la anterior convocatoria de octubre, cuando el chico de 16 años sufrió una lesión en el psoas ilíaco de su pierna izquierda. Después de que los médicos de la Federación le revisasen, el futbolista regresó a Barcelona en un viaje que según el Barça se pudieron ahorrar en la RFEF.