El ex jugador y actual accionista del Inter de Miami, David Beckham, ha confesado en su nuevo documental de Netflix la cronología de las fases de su salida de Mánchester antes de llegar al Real Madrid.
Beckham llegó en la temporada 2003/04 al Real Madrid, procedente del Manchester United, a cambio de 37,5 millones de euros. Fue uno de los fichajes más mediáticos y sonados de la época, y ahora, 20 años después, el mítico ex futbolista inglés explica su turbulenta salida de los ‘red devils’, confirmando que su idea no era irse del que califica como “el club de sus amores”.
“No quería dejar el Manchester United, pero Sir Alex Ferguson tomó una decisión. A lo largo de los años, el entrenador siempre había tomado la decisión correcta para el equipo y el club. Al final me pasó eso, no quería dejar el Manchester United en ese momento, acabábamos de ganar la liga otra vez, pero de repente recibo una llamada y me dicen que el Manchester United había llegado a un acuerdo con el Real Madrid para mi salida”, confesó Beckham.
El ex internacional inglés cuenta también la actitud de Ferguson en sus últimos días en Old Trafford: “Incluso cuando intenté hablar con el entrenador después de ser informado de la decisión del club, él no quiso hablar conmigo. No fue por despecho, estaba de vacaciones, no quería que lo contactaran, había tomado su decisión y se acabó todo”.
La visión de Sir Alex y la influencia de Beckham: “Supongo que pensé que mi actitud no era algo con lo que el entrenador no estaría de acuerdo, porque mientras llegara a tiempo al entrenamiento y jugara el fin de semana según los estándares, entonces no habría problema. La visión de Ferguson sobre las cosas cambió con los años: Cristiano llegó al club, hacía lo que hacía dentro y fuera del campo, y el míster se había ablandado en ese momento hasta cierto nivel. Cuando yo jugaba, era un momento diferente”.
Los motivos de Ferguson
“En la época en la que yo jugaba, la gente no llevaba Bentleys a los entrenamientos. La primera vez que conduje el mío a los entrenamientos, vi al entrenador mirando por la ventana y lo aparqué a la vuelta de la esquina. Hubo ciertos momentos en los que el jefe me dijo algo y soy bastante terco; incluso con mis padres, cuando me decían que hiciera algo, no lo cuestionaba, pero dudaba un poco. Lo mismo me pasó con Ferguson”, cuenta el londinense.
Distracciones y gestos que no gustaron: “Hubo momentos en los que (Ferguson) me decía que hiciera cosas y yo no las hacía. Supongo que una de las peores situaciones fue cuando hablamos de conseguir un agente y él me dijo que fuera con alguien que él me recomendó. No lo hice, y me fui con alguien con el que él no estaba de acuerdo. Ese fue un momento difícil para nosotros”.
“Siempre sentí que estaba tomando las decisiones correctas. Creo que nunca tomé una decisión que perjudicara al club, a mi rendimiento o a mis compañeros. Sí, estaba casado con una Spice Girl y en ese momento fue enorme: el hecho de que los dos nos casáramos generó una atención que el gerente no quería en el club”, concluyó.