La cúpula directiva del club rojiblanco considera un acierto la cesión del delantero de cara a poder venderle en verano por 80 millones de euros.
El pasado 1 de septiembre, a las 22:10h., el Atlético de Madrid hizo oficial la cesión de João Félix al Barcelona. Se cumplía el sueño del astro portugués, desvelado por As el 15 de julio, de enfundarse la azulgrana. El genio de Viseu sólo quería jugar en el Barcelona y así aconteció, aunque para ello tuviera que declarar públicamente ‘su amor’ al equipo culé, como llamada de atención para despertar las simpatías del entorno barcelonesa. Era casi un grito a la desesperada para que el club presidido por Laporta le salvara de quedarse otra temporada más a las órdenes de Simeone. Aquellas palabras fueron claves para que su fichaje por el Barcelona llegara a buen puerto, puesto que provocó el enfado de la afición rojiblanca y sirvió de coartada a la directiva colchonera para llevar a cabo la operación sin que nadie les reprochara que reforzaban a un rival directo. Eso sí, previa prolongación de su contrato hasta 2029.
Un mes después, muchos atléticos ven con malestar como João Félix necesitó sólo cuatro partidos (232 minutos) para encandilar al barcelonismo y convertirse en una de las estrellas de la Liga EA Sports. Cada gol o asistencia del astro portugués aumenta el enfado de los seguidores rojiblancos con él. Sin embargo, ese enojo de los aficionados contrasta con la ‘alegría’ de Miguel Ángel Gil Marín y Enrique Cerezo. Y es que el director general del Atlético y el presidente entienden que cada buena actuación de João Félix servirá para revalorizarle de cara a la próxima temporada. Este verano, Jorge Mendes contactó con Manchester United, City, Aston Villa… pero la mala experiencia de Joao Félix en el Chelsea imposibilitó que los dos primeros lo tuvieran en cuenta, mientras que el tercero fue rechazado por el propio delantero. La oferta más interesante económicamente era la de los petrodólares de Arabia: 15 millones por un año de cesión. Sin embargo, el Atlético consideraba que ese destino devaluaría al jugador y haría todavía más complicada su posible venta el próximo verano. Con este complicado escenario, Jorge Mendes ideó la operación para que João Félix acabara recalando en el Barça. Primero hacía falta que el club azulgrana liberara una ficha y masa salarial. Ansu Fati se fue al Brighton en busca de minutos y un destino que le sirva para recuperar su mejor nivel. También fue preciso que João Félix sacrificara una parte considerable de su salario para encajar en las estrecheces económicas del Barça. Y por último, había que convencer a Xavi. Esa fue tarea de Deco y Laporta. No resultó complicado. João Félix ‘facilitaría’ la llegada del lateral que tanto ansiaba el técnico: Cancelo. El Barça disfruta el gran nivel de João Félix , mientras el Atlético ya sueña con los 80 millones que quiere ingresar la próxima temporada por él. ‘Win to win’.