Si es amonestado ante el Sevilla, se perdería el Clásico. Además podría jugar con Alemania los partidos ante EEUU y México y una lesión sería fatal para el Madrid.
Un 4-0 del Real Madrid a Osasuna redondo… o casi. Una acción en el 39′, una falta de Rüdiger sobre Torró, podría emborronar el horizonte blanco. En condicional, porque ese lance acabó con el alemán amonestado y fue ‘sólo’ la cuarta en Liga (Celta, Getafe, Girona y Osasuna) y no la quinta. El problema, a dos partidos vista hay Clásico (28 de octubre, 16:15 horas). Antes del enfrentamiento en Montjuic toca visitar el Sánchez Pizjuán (sábado 21, 18:30 horas). Y allí, contra el Sevilla, habrá alerta amarilla con Rüdiger. De jugar, tendrá que hacerlo con pies de plomo. Y con el contexto actual de la enfermería madridista, no hacerlo se aventura quimérico.
El Madrid está pendiente de Nacho, cuya entrada a Portu le granjeó una sanción de tres partidos que el club trata de limar hasta dos, tras cumplir el primero ante los de Arrasate. Hay pesimismo respecto a la reducción, como ha informado AS, pero ni cantando Bingo estaría el capitán disponible frente al cuadro sevillista, pues ese sería el segundo. De manera que, en el mejor de los casos, el capitán será baja el próximo encuentro.
Mientras que Alaba ha sido liberado por Austria para que trate su dolencia en el abductor en su club. De hecho, hizo parte del primer entrenamiento en pleno parón sobre el césped, pero también se ejercitó en el interior de las instalaciones de la ciudad deportiva. Si todo sigue su curso, el austríaco estaría disponible para el Pizjuán. Pero sería su primer duelo tras la lesión. No está el contexto blanco como para pautar descanso a un Rüdiger que, sin Militao, se ha agenciado las llaves de líder de la retaguardia de Ancelotti. Y es que, exceptuando los primeros 40 minutos de la temporada en Bilbao, cuando sustituyó al brasileño, lo ha jugado todo: 940′ de 990′ posibles a un nivel fantástico.
Alternativas
Contra Osasuna, fue Tchouameni el que tuvo que hacer las veces de central de emergencia por las bajas de Nacho y Alaba, pero Rüdiger fue el líder de la defensa. Sin el de Neukölln, el francés estaría huérfano de compañero y tendría que emparejarse con la otra alternativa que ha probado Carletto, un Ferland Mendy que ocupó la demarcación con Zidane, pero en defensa de cinco. El experimento con Aurélien, al menos, salió cara: estuvo muy pulcro en salida de balón (83 pases completados, segundo tras Modric, con un 92,2% de acierto), ganó cuatro duelos aéreos, completó una entrada y recuperó cuatro balones, poniendo el poso estadístico a lo intagible que verbalizaría Ancelotti.
“Hemos sido muy sólidos atrás, Tchouameni ha jugado un partido excelente como defensa central por primera vez”, dijo el técnico de Reggiolo. Que también se mostró jocoso al ser preguntado por el ‘caso Rüdiger’: “No he hablado de esto, no voy a decirle a un jugador que piense en que está a una amarilla de la suspensión. Cuando le suspendan, pondremos a otro. Tenemos muchos centrales ahí (risas). A Tchouameni no le gusta jugar de central. Va a ser lo mismo que ocurre con Camavinga en el lateral izquierdo. Llegará un día en que juegue Tchouameni como central y Camavinga como lateral izquierdo”. Sobre el papel, jugará Rüdiger. Eso se extrae de las palabras de Ancelotti, más con la falta de fondo de armario defensivo del que dispone. El italiano deberá tocar madera si no quiere que la alerta amarilla se torne roja.
AS