El PSG perdió a su mejor jugador contra el Marsella, pero su baja sorprendentemente, no se notó. Gonçalo Ramos y Kolo Muani paliaron su ausencia.
Perder por lesión a Kylian Mbappé, uno de los mejores jugadores del mundo, no es nunca un buen síntoma para el PSG, más si cabe en un partido de la envergadura del Clásico que le enfrenta al Olympique de Marsella. Corría el minuto 30 y el delantero, tocado desde el 8 por una dura entrada de Balerdi, pidió el cambio. Las alarmas se encendieron en el Parque de los Príncipes, que pasó de la fragor al silencio en cuestión de segundos. Luis Enrique, no obstante, supo sacarle rédito al equipo sin el buque insignia de la plantilla, atestándole un contundente 4-0 a su máximo rival.
Desde comienzos de la pretemporada, el técnico asturiano había pedido refuerzos ofensivos para poder forjar un equipo que llevara su sello e identidad. Dicho y hecho. Al Khelaïfi, secundado por Luis Campos, fichó de una tacada a Gonçalo Ramos, Kolo Muani, Barcola, Ousmane Dembélé, Lee Kang-In y Marco Asensio. Todos ellos, además de rodear de la mejor forma posible a Kylian Mbappé, estaban orientados, además de rodearle de la mejor forma posible, para evitar una extrema dependencia en el capitán de la selección francesa, que era uno de los principales problemas que tenía el PSG durante las últimas temporadas.
La prueba de fuego llegó este domingo, con un Mbappé lesionado, el autor de 8 de los 12 goles de los parisinos en el presente curso, y con la obligación de reaccionar ante un percance de tal índole. Entró en su lugar Gonçalo Ramos, criticado por su falta de gol en los primeros partidos, y que solventó con nota el hecho de suplir al mejor jugador del PSG. El portugués marcó un doblete, se mostró muy activo en los apoyos y denotó que es uno de los delanteros jóvenes con más proyección de Europa. Los 65 millones, más 15 en bonus, que abonará el club capitalino la próxima temporada no serán en vano si muestra este nivel continuamente.
Pero no solo Gonçalo Ramos hizo ‘olvidar’ la ausencia de Kylian Mbappé. Randal Kolo Muani, incorporado el último día de mercado por 90 millones de euros, vivió su primera gran noche como jugador del PSG. El de Bondy, precisamente, jugó un partido imponente, marcando el 2-0 de su equipo contra el Marsella y, a su vez, protagonizando una galopada estratosférica en el minuto 90 que precedió a la asistencia para Gonçalo Ramos en el cuarto gol de los parisinos. El martes, contra el Dortmund, tuvo dificultades para imponerse, pero toda esa furia acumulada se desató en un Parque de los Príncipes que acabó rendido al potencial del exjugador del Eintracht de Frankfurt.
Luis Enrique, que no se casa con nadie, decidió darle la primera titularidad de la temporada Bradley Barcola. El canterano del Lyon fue un rodillo durante todo el partido, generando, a través de su regate, situaciones de ventaja constantes para el PSG. Jonathan Clauss, lateral derecho del Marsella, no pudo contenerle y acabó sucumbiendo por el talento del internacional francés sub 21. “Es un jugador que me encanta”, declaró Luis Enrique. Ubicado en la banda izquierda, su posición natural, Barcola es otra de las variantes de las que dispone el técnico asturiano para paliar la ausencia de Mbappé.
Y finalmente, Ousmane Dembélé. El exjugador del Barcelona se quitó un peso de encima asistiendo a Gonçalo Ramos en el 3-0 del PSG contra el Marsella. Su rendimiento había generado dudas, tras no haber marcado ni asistido en los primeros siete partidos con la camiseta del PSG. Desequilibrante como un malabarista, rápido en el uno contra uno, imperial en los duelos, Dembélé firmó una actuación muy completa que le asientan definitivamente en la titularidad. Luis Enrique no ha dudado a la hora de darle galones y ha reiterado sistemáticamente que no le preocupaba la falta de efectividad del francés en los metros finales.
La lesión de Mbappé, sin embargo, no revista gravedad por los primeros análisis efectuados y por las declaraciones de Luis Enrique después del partido. El exseleccionador español reconoció que “no hay nada grave, volverá a jugar rápidamente”. A pesar de ello, la goleada por 4-0 contra el Marsella esclareció que el PSG tiene vida más allá del internacional francés. La ‘Mbappé-dependencia’ de los últimos dos años ha desaparecido, por lo que en los partidos en los que no esté presente el de Bondy, el club dispone de medios suficientes como para que su ausencia no haga mella en el rendimiento de la plantilla.
AS