Su mayor desafío con el Madrid ha llegado: durante mes y medio será el líder del ataque. Sin Vinicius, volverá al costado izquierdo. Está en su momentum: participa en un gol cada 192′.
Y Gotham quedó en manos de Robin. Del actor de reparto que se rebeló contra su rol. Aquel que durante años fue considerado un ‘revulsivo’ de lujo, un agitador, un desfibrilador de partidos… pero hoy ya es indiscutible. Lo que se le avecina es mucho más que eso: durante mes y medio tendrá que liderar el ataque del Madrid. No jugar en él, no; liderarlo. Su mayor desafío de blanco hasta el momento. Un escenario precipitado por la lesión de Vinicius: ‘pinchazo’ en Vigo, pruebas en Madrid y rotura en el bíceps femoral de la pierna derecha. Ancelotti estará, mínimo, cinco semanas sin su 7, que apuntan a seis. O incluso más, pues el club tiene claro que no va a asumir riesgos con su vuelta. Todo ese tiempo será de Rodrygo. Mes y medio de responsabilidad. Con el Madrid, en sus botas.
La hora de Rodrygo
La faena tiene una luz: va a recuperar el costado izquierdo, sólo siendo duda si en un 4-3-1-2, o en el clásico 4-3-3. Eso es lo que ronda la cabeza de Ancelotti en estos momentos, regresar al pasado durante estas semanas para que Joselu pueda ejercer de nueve puro, donde se siente más cómodo, o no. Esa fórmula haría a Rodrygo caer al costado izquierdo y a Valverde, volver al derecho. La alternativa sería mantener el esquema actual y que la punta sea un Rodrygo-Joselu a secas, donde el brasileño escogería el perfil zurdo. Nunca ha escondido que en él se siente más cómodo, liberado para encarar, regatear y disparar. Pero en presencia de Vinicius, la vida le ha empujado a desarrollar una polivalencia sobresaliente. Ha demostrado valer para mediapunta, extremo derecho y hasta falso nueve. Su madurez le avala.
La hora de Rodrygo
La faena tiene una luz: va a recuperar el costado izquierdo, sólo siendo duda si en un 4-3-1-2, o en el clásico 4-3-3. Eso es lo que ronda la cabeza de Ancelotti en estos momentos, regresar al pasado durante estas semanas para que Joselu pueda ejercer de nueve puro, donde se siente más cómodo, o no. Esa fórmula haría a Rodrygo caer al costado izquierdo y a Valverde, volver al derecho. La alternativa sería mantener el esquema actual y que la punta sea un Rodrygo-Joselu a secas, donde el brasileño escogería el perfil zurdo. Nunca ha escondido que en él se siente más cómodo, liberado para encarar, regatear y disparar. Pero en presencia de Vinicius, la vida le ha empujado a desarrollar una polivalencia sobresaliente. Ha demostrado valer para mediapunta, extremo derecho y hasta falso nueve. Su madurez le avala.
De ahí, al gran año de su vida: héroe de la Decimocuarta. En la 2021-22 anotó nueve goles y brindó diez asistencias, con un bagaje aún mayor del citado (participó en un gol cada 128′). “El gol al Chelsea cambió mi carrera, la hizo despegar”, reconoce abiertamente. Y tiene razón. Si bien es cierto que ya ante el PSG su entrada fue determinante (sólo 4 minutos después de entrar… pero empezó el huracán), fue ante los blues donde resultó protagonista, mandando a la red el balón que llevó todo a la prórroga. Y después, el City; sin nada que añadir. De ahí, al curso pasado, cuando Rodrygo firmó los mejores números de toda su carrera: 19 goles y 11 asistencias (participó en uno cada 192′). Se quedó a uno de los 20. Su próximo objetivo.
El derbi le espera
Que no desafío. Ese es el anunciado: liderar el ataque del Madrid durante mes y medio. Hay cinco partidos en los que, con total seguridad, estará sin Vinicius: Getafe, Real Sociedad, la primera jornada de Champions, Atleti y Las Palmas. Mientras que, salvo milagro inesperadísimo, también entrará en esa cuenta el Girona. De entre todos,destaca la visita al Metropolitano, donde ya bailó la temporada pasada. Este año le tocará ser la referencia del Madrid en el derbi. Con Bellingham, ante el peligro. Es en la segunda jornada de Champions donde empiezan las dudas: Vinicius podría llegar, pero es improbable. Mientras que el objetivo del club es que sí esté ante Osasuna, cuando se cumplirían seis semanas de su lesión. Donde no parece peligrar es para el siguiente parón y, por tanto, para la visita a Sevilla… y el Camp Nou. Es en lo anterior donde Rodrygo, durante mucho tiempo actor de reparto, deberá ser protagonista. Le ha llegado la hora: mes y medio de ser el líder del ataque. El Madrid, en sus botas.
AS