Larguísima entrevista del técnico de la Roma en el ‘Corriere dello Sport’. El técnico repasó la actualidad de los giallorossi y confirmó haber rechazado dos propuestas de Arabia.
José Mourinho está a punto de comenzar su tercera temporada como técnico de la Roma. Tras un primer curso que terminó levantando la Conference League, único trofeo del club desde 2008, en el segundo rozó la Europa League, cayendo en la final contra el Sevilla. Hoy el técnico habló en el ‘Corriere dello Sport’, que publicó una larguísima entrevista realizada por su director, Ivan Zazzaroni. El exmadridista volvió a comentar las polémicas arbitrales de la final y habló con sinceridad de los objetivos de este curso y del mercado de fichajes.
Roma: “Los Friedkin me dijeron: ‘Eres la persona apta para ayudarnos a hacer la Roma un club más grande’. Eso me impactó y me gustó la idea de un proyecto de tres años, con un crecimiento progresivo, algo que nunca había vivido. Cuando trabajas en clubes como Madrid, United, Chelsea, si lanzas a un joven en un curso ya hiciste lo máximo. El objetivo es ganar, y hacerlo enseguida. En la Roma sabía lo que me esperaba…”
La foto con el ‘delantero imaginario’: “En las últimas semanas vi a entrenadores nerviosos, algunos que amenazan con irse porque no están contento con el mercado, otros que se van por la misma razón. Yo he bromeado con los tifosi, no estamos fichando, pero no quería provocar. No está todo bien, pero me divierto también en las dificultades. No me deprimo, y tampoco cuento gilipolleces”.
Delantero: “Si la semana que viene llegara Mbappé, también lo haría con retraso. Tras 28 días de trabajo, 31 entrenamientos y seis partidos, no tener a un delantero es un problema. A ningún entrenador le gustaría esta situación. Es imposible decir que esté contento, pero es un gran error decir que voy a la guerra con el director deportivo Pinto o con el club. Siempre tuve una relación espectacular con las directivas, me fui de los clubes cuando sentí que era el momento. Menos en el Tottenham, donde me echaron a dos días de una final, una locura”.
Tifosi: “Los hinchas entendieron lo mismo que los de los otros equipos. Solo en el Tottenham no pasó, pero había el covid, el estadio estaba vacío y era imposible crear una relación. Cuando llego a un sitio, me pongo esa camiseta y no me la quito más. Los interisti me saludan siempre con cariño, los madridistas también, los del Chelsea me tocaban los huevos (ríe) en nuestra concentración en Algarve diciendo ‘legend, legend’ y pidiendo fotos. Aquí estoy empezando mi tercer año, no es algo que hice a menudo”.
Polémicas: “En Italia me sentí agredido, vulneraron mi libertad de hombre de fútbol. Ya no me siento cómodo, tengo miedo a sufrir otras sanciones. Me molesta. A nivel institucional me habrían tenido que tratar de manera distinta, como hombre que tiene experiencia internacional y que entrenó en Inglaterra y España. Dije del árbitro Chiffi lo mismo que dijo Modric de Orsato, exactamente lo mismo. Estoy enamorado de Modric, pero no estoy de acuerdo con él cuando dice que Orsato es malo. Es buenísimo. Dije mi opinión sobre Chiffi y vieron las consecuencias. Modric habló tras la semifinal de un Mundial y llegó a miles de millones de personas, yo al final de un Monza-Roma. A él no le sancionaron, a a mí me pusieron en el cepo”.
Budapest: “Fue una experiencia hermosa, vi una procesión de romanismo, gente que no ha comido bien durante varias semanas para estar allí, gente que persiguió un sueño y la tristeza de la derrota. Bobby Robson me decía que en la tristeza de la derrota debes pensar en la alegría de los ganadores. Seguí su consejo y respetamos la alegría de los hinchas del Sevilla y de nuestros compañeros españoles, con gran humildad. Viví siempre el lado bonito de una fiesta europea, me faltaba el feo. A nivel humano, me ha enriquecido.”.
Taylor: “Cuando dije ‘fuckin’ disgrace’ él no estaba. Estaban el cuarto árbitro, sus asistentes, Rosetti y Webb. Sé que no fui elegante, pero no insulté a nadie. Es una exclamación, parecida al ‘cazzo’ de Italia o al ‘foda pra caralho’ de Portugal. Le pregunté a Rosetti si había penalti o no, y no me contestó. Hice lo mismo con Webb, me puso una mano en el hombro y me dijo ‘sí, era penalti’. Hizo lo que me habría gustado que hiciera Taylor. Si me hubiera dicho ‘me equivoqué, lo siento’, todo habría terminado allí y habría tenido mi respeto y mi admiración. Todos nos equivocamos y Taylor es bueno, por no decir muy bueno, nunca dudé sobre su honestidad. Lo único que digo es que había un penalti y que con ese penalti hubiéramos podido ganar. No me ha gustado su actuación, pero sigo pensando que es buenísimo y no tendría ningún problema si nos tocara el año que viene”.
Aeropuerto: “No tengo nada que ver con lo que pasó allí. Me sorprendió un mensaje de un amigo de la UEFA: ‘Eres un grande del fútbol, crítica públicamente el comportamiento de los hinchas de la Roma en el aeropuerto, te lo digo porque somos amigos’. Mi respuesta fue: si Taylor o la UEFA piden perdón a los hinchas de la Roma, yo haré lo mismo. Luego avisé al club y pedí apoyó y una comunicación fuerte. Lo que me hizo sentir más frágil en estos dos años no fue la venta de Mkhitaryan, o jugar con solo cuatro defensas centrales cuando lo normal es tener seis… Lo más triste ha sido no sentirme apoyado por el club en aquella situación. Voy a vivir mis cuatro partidos de sanción, no veré la UEFA de manera negativa, los viviré como tifoso. Será duro, pero ahora soñamos con llegar a Dublín y jugaremos para llegar hasta la final otra vez”.
Morata: “Abraham se ha lesionado el 5 de junio, han pasado 64 días y para mí hay un nombre, porque soy muy pragmático. Pero no es posible ficharlo, así me dijeron. ¿Álvaro? Te puedo decir que el nombre que quiero no es Mbappé. Siempre pienso que Tiago Pinto quiere lo mismo que yo, también cuando no estamos de acuerdo”.
Presidentes: “Uno me dijo ‘de fútbol entiendes tú, de números yo. Era Abramovic. Si este el jugador que quieres, lo tendrás, me decía. Era Essien. El Lyon quería una cifra inmoral, pero él lo fichó. Cuando tienes este privilegio, puedes decidir cómo jugar y buscar alternativas. Si no es así, debes adaptarte”.
Dybala: “Cuando llegó el 1 de agosto y su cláusula ya no se podía ejercer, dormí mejor. Es oro para nosotros, no podemos renunciar a él. Cuando estamos forzados a hacerlo, porque está cansado o lesionado, es un problema. Es el ‘niño’ que me impresionó: los buenos son siempre así, humildes y respetuosos. Este chico es de otra generación, es fantástico”.
Arabia: “Recibí ofertas de Al-Hilal y Al-Ahli. Llamé a la Roma antes de encontrarme con ellos, diciendo que no iba a aceptar. Por un lado me sentía prisionero de la promesa que le hice a los jugadores en Budapest y a los hinchas tras el Spezia, pero no rechacé solo por eso. No es un ‘no’ definitivo. En el pasado, rechacé la propuesta más increíble jamás recibida por un entrenador, cuando China me ofreció su banquillo y el de un club donde habrían jugado todos los de la selección. Una propuesta económica indecente, fuera del mundo”.
Real Madrid: “Espero, como ancelottiano y madridista, que Carlo se quede en el Madrid a largo plazo. Ganó su primer título internacional en 2003 y el último en 2022, yo el primero en 2004 y el último en 2022. Esto es extraordinario, demostrar que estás ahí arriba tras 18 o 20 años. Ancelotti es un grandísimo”.