Jonás Gutiérrez (Buenos Aires, 1983) jugará el partido de leyendas entre Argentina y España el 5 de septiembre en Santander. Pasó por Mallorca y Depor, pero triunfó en Newcastle.
– Está convocado para el partido entre leyendas de España y Argentina…
Que vaya convocado para un partido de esta envergadura es un honor. Encontrarnos con viejos compañeros en una cancha siempre es muy lindo. Ojalá se genere un buen espectáculo y sea una buena cita. Yo me retiré hace dos años, pero de vez en cuando juego los fines de semana en cancha de a 11. Recordamos viejos momentos. Eso sí… Ya me puse por dentro, de 5, interno, manejando los hilos. Otra cosa.
– En España usted dejó una gran huella, jugó en el Mallorca y un año en el Depor.
Mallorca fue un club que me marcó mucho, la isla, lo que viví. He conocido gente muy linda que me ha acompañado. Teníamos un buen equipo, y con muchos argentinos. Ibagaza, Güiza, Navarro, Nunes, Pereyra, Pisculichi, Maciel, Maxi López, Arango, Webó, Moyá… No me quiero olvidar de nadie. Generamos un ambiente muy lindo. Conseguimos el objetivo, no pasamos apuros y algún año clasificamos para Europa. La isla me marcó; de hecho sigo teniendo mi casa allí. No hay jugador que haya estado en Mallorca que no vuelva.
– Entonces La Liga era la mejor del mundo…
Son momentos, antes fue Italia, luego España, ahora Inglaterra. Pude vivir un fútbol español muy competitivo y parejo. Es cuestión de que se vuelvan a hacer las cosas bien para volver a ser la más grande.
– ¿Su estilo de ida y vuelta es más de ahora que de entonces?
Menos mal que no existían tantos como yo porque no hubiera jugado en ningún lado (risas)… Me gustaba siempre la Premier. Veía que era un fútbol en el que me podía adaptar. Es muy dinámico. Ser dinámico no quiere decir correr por correr… ¡y mira que yo corría! Pero, al final, creo, la diferencia siempre te la va a dar la calidad.
– Llegó al Newcastle en una época complicada.
Sí, habíamos descendido, ascendido, y nos tocó pasar ciertas dificultades. Es un club muy grande. Hoy se dio lo que estaba buscando la gente, el cambio de dirigencia. El fan del Newcastle quería ese cambio. Pero el éxito no pasa por el dinero, sino por elegir las personas idóneas para cada cargo. Que los resultados en tan corto tiempo hayan llegado es muy bueno.
– ¿Puede ser el Newcastle un nuevo City o un nuevo PSG?
La diferencia del Newcastle y City es que el Newcastle siempre fue muy grande. Es parecido a lo que pasó con el Atlético. Un club grande que no lograba alcanzar objetivos, y que con Simeone encontró un proyecto a largo plazo para crecer. El Newcastle es igual. Pasó años por segunda división, pero es uno de los más grandes de Inglaterra. Corre con ventaja para hacer un buen proyecto.
– Usted vivió de todo allí, desde ser un ídolo de la afición a que le detectaran un cáncer testicular y dar un paso al lado.
Siempre pienso en positivo. Las experiencias me marcaron y me formaron. Tuve que pasar cosas complejas que no me cambiaron el pensamiento. Todo son experiencias de vida, estoy muy agradecido por lo que viví allí. Hay ciertas cosas que hubiera preferido que no fueran como fueron, pero eso queda en el pasado.
– Salió de mala manera, de hecho.
Algunas personas no se manejaron de la manera correcta, se trataba de tener un poco más de tacto. Pero me quedo con el cariño de la gente. En algún momento tenía la intención de volver, pero no quería que fuera con la dirigencia anterior. Ahora que ha cambiado seguramente en algún momento me daré una vuelta por allí de nuevo.
– Después de regresar al fútbol se tatuó la frase ‘Estoy vivo, estoy más vivo que nunca’.
Sí, es de una canción (Eminem) que me gusta mucho. Refleja que en la vida hay que pasar vicisitudes, cosas adversas, pero siempre hay que vivirlo como una experiencia. Es difícil, no es fácil. A veces la mente vuela, pero uno tiene que trabajar en eso.
– ¿Quién fue su apoyo en los momentos más duros? ¿Coloccini?
Colo es como un hermano para mí, llegamos los dos el mismo año. Él se quedó un año más, y yo me fui además a Coruña, que era un club que él conocía. Yo creo que le di una mano cuando empecé a traducirle las entrevistas (risas), después ya se empezó a manejar bien con el inglés de una forma notable. Hemos compartido cosas con las familias, es uno de los compañeros y amigos con los que más he disfrutado.
– Fueron una buena generación, campeona del mundo Sub-20, pero no lograron lo que la actual con la mayor…
No me guio por resultados para hablar de generaciones, al máximo nivel en el fútbol en un segundo se puede cambiar un partido. Yo valoro todo lo que hicieron las generaciones, sea cual fuera. La de Batistuta, Caniggia, Simeone, y mil jugadores más, no pudo ganar ni siquiera una Copa América y han sido grandes jugadores. Después otra ni siquiera pudo clasificar a octavos del Mundial, la de Verón, Aimar, y también eran grandes jugadores. Por eso no puedo valorarlos por los resultados.
– Hasta Qatar.
Sí, estoy muy contento por estos nuevos chicos que están llegando, y también por los Messi, Di María, Kun, Otamendi. No habían podido ganar y se les había machacado. Todo el que ha vestido esa camiseta merece que se le reconozca.
– A usted le dirigió en un Mundial ni más ni menos que Maradona…
Soy de los 23 privilegiados que puede decir que tuvo a Messi en la cancha y a Diego en el banquillo. Es algo que ya no vamos a poder vivir más. Fue algo increíble ver al número uno muchos años con el número uno de ahora.
AS