Modric y Kroos no se rinden

Tanto el croata como el alemán dejaron buenos minutos en Almería. “El protagonismo será igual, aunque puede que jueguen menos”, comentó Ancelotti en rueda de Prensa. Pero ellos no decaen.

Ante la adversidad, trabajo. Grandes dosis de trabajo y constancia. Cualidades que, unidas al talento, son el motor del motor del Real Madrid. Modric y Kroos han sido la brújula del equipo de Concha Espina en los últimos años. Dos avezados en el arte de la creación a quienes no han derrocado ni los años ni la feroz competencia. Su espíritu competitivo y su categoría les ha mantenido en la cúspide del fútbol desde que aterrizaron en Madrid, y ahí esperan continuar. Por rendimiento y autoridad no va a ser. Pese a haber arrancado ambos la Liga desde el banquillo en San Mamés (algo que no había ocurrido en ninguna de las nueve temporadas que llevan compartiendo vestuario), han demostrado finura y rebeldía cuando Ancelotti ha decidido ponerles en liza.

El partido de este sábado es el último ejemplo. Con Camavinga renqueante por una sobrecarga en la pierna izquierda (no saltó al campo hasta el 71′), el italiano acudió a Kroos para hacer de interior en el medio. Junto a él, Valverde de compañero, Tchouaméni de escudero y Bellingham de avanzadilla. Un centro del campo de 22,3 años de media (sin contar con él) al que el alemán aportó lo que se le pide. Aquello que le hace diferencial: fiabilidad y buen pie. Aunque en la primera mitad sufrió por su franja del centro del campo ante el ímpetu ofensivo del Almería (el primer gol viene de un repliegue lento el alemán), cuando tuvo el balón en sus pies, ordenó al Madrid. Acabó el partido como el segundo futbolista blanco (sin contar con Lunin) con mayor porcentaje de éxito en pases. Completó 59 envíos de los 63 que intentó. Un 94% de acierto, frente al 97% que registró Valverde.

El alemán aderezó además su actuación con un gol marca de la casa (con el interior, y en forma de pase a la red) que Sánchez Martínez anuló segundos más tarde tras revisar el VAR un pisotón de Carvajal a Akieme. Sí validó el colegiado murciano su asistencia, ya en la segunda mitad. Con espacio para pensar, Toni levantó la cabeza, oteó el horizonte, se orientó y ejecutó. Centro con música a la cabeza de Bellingham para que éste certificase la remontada blanca (1-2). El británico le señalaba como diciendo: “Es tuyo”, y parte de razón tenía.

Modric, minutos de calidad

Se marchó del campo Kroos en el 71′, pero dejó el fútbol del Madrid en buenos pies. Por él entró un Modric a quien no le hizo falta mucho más de la casi media hora que le concedió Ancelotti (19 minutos ordinarios más nueve de añadido) para exhibirse. Lejos de tomar el camino de la apatía, el croata respondió con disposición y calidad a su segunda suplencia consecutiva. Aportó la clarividencia a la que acostumbra y dejó detalles del jugador de primera fila que es. El de más quilates, un envío teledirigido, por alto, a Carvajal que pudo significar el cuarto. En cuanto a números, registró dos pases clave, a otros dos de diferencia del propio Carvajal y de Kroos (líderes en este apartado, con cuatro). También buscó puerta hasta en dos ocasiones, aunque sin éxito.

“Kroos ha jugado muy bien con balón. Luka también ha controlado los tiempos del partido. El protagonismo será igual, aunque puede ser que jueguen menos minutos”, comentó el italiano en rueda de prensa. Ese último apunte confirma lo que sus hechos ya han demostrado, que la famosa transición suave ya está en marcha. Pese a ello, mientras la vieja guardia siga destilando creatividad y fútbol premium, el debate estará abierto. Modric y Kroos no se rinden. La hierba hará de juez..

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