El técnico dio su sitio a Dembélé y sentía que había conexión con el francés. Hace días le dijo que quería ganar la Champions con el Barça y al momento firmaba con el PSG.
La resolución del caso Dembélé ha supuesto un palo duro para Xavi. “Puede ser el mejor jugador del mundo en su posición”, dijo del francés cuando se presentó como entrenador del Barça. Y fue la frase que repitió en la rueda de prensa después del Clásico, la penúltima que dará con Dembélé como jugador azulgrana.
Xavi está resignado al adiós del Mosquito, pero sobre todo está decepcionado con él. El entrenador se la jugó durante el proceso de renovación en 2022. Se opuso a que fuera apartado por Mateu Alemany, lo recuperó para la causa y, gracias a él, como ha reconocido el jugador a través de todas las personas que le rodean, Dembouz tomó la decisión de renovar por el Barça hasta 2024. Eso sí, con unas condiciones que, mal negociadas por Alemany, han terminado por volverse en contra del Barça.
En estos últimos días, Xavi ha hablado un par de veces con Dembélé para intentar hacerlo cambiar de opinión. Hasta le ha recordado el caso de Neymar, que huyó al PSG y, nada más llegar a París, empezó a llamar para volver a Barcelona. Sus intentos, sin embargo, han sido en vano. Lo que más le sorprende a Xavi es que apenas hace unos días, Dembélé le había dicho que quería ganar la Champions con el Barça esta temporada. Y ahora se encuentra con que el extremo ha activado una cláusula para marcharse a París.
La decepción es profunda en el cuerpo técnico del Barça, que además tenía en el francés una de las claves de su equipo. Una gran parte del juego de posesión se basaba en acabar limpiando las jugadas para que Dembélé pudiese hacer un uno contra uno. Era el único jugador (junto a Abde, que aún está por consolidar) con desequilibrio, porque Raphinha, Ferran o Ansu son otro tipo de delantero.
Las últimas horas han sido difíciles para Dembélé en el vestuario, especialmente con el cuerpo técnico, que lo ha tratado de manera muy fría. Xavi y sus ayudantes están desconcertados por la decisión del francés de activar la cláusula que había firmado en su contrato y que le permitirá salir al Paris Saint Germain por 50 millones de euros después de que fracasase la intentona del Barça a última hora de renovarlo hasta 2027. A Dembélé se le vio llegar con cierta normalidad al hotel Palms de Las Vegas, pero todos apostaban a que no jugaría un minuto en el partido contra el Milan que cierra la gira azulgrana.
AS